Marcus McGowan, surfista y buceador, fue atacado por un cocodrilo mientras disfrutaba de sus vacaciones en un resort de lujo de una isla relativamente cercana a Carins (Australia). El Haggerstone Island Resort, de hecho, se puede alquilar (con la isla completa) por unos 4.600 euros la noche, y una de las actividades que ofrece es el snorkel, a la cual se había apuntado el hombre australiano de 51 años. 

McGowan estaba en el agua buceando con un grupo de personas a unos 28 kilómetros de la isla, cerca de Cape York, cuando el cocodrilo le vino por detrás y le mordió en la cabeza. "Primero pensé que era un tiburón, pero al girarme vi que era un cocodrilo. Pude abrir su mandíbula lo suficiente como para sacar mi cabeza", relataba en un comunicado emitido por el hospital en el que acabaría. El cocodrilo no desistió y lo intentó de nuevo. Esta vez se defendió con las manos, donde recibió otro mordisco. Después pudo nadar hasta el bote, que había acudido al rescate al escuchar los gritos.

La víctima fue trasladada a un hospital isleño cercano, a 45 minutos, donde se le administraron antibióticos para evitar infecciones. Luego se le trasladó también por aire a un hospital de Cairns, a 600 kilómetros, donde se le acabaron de curar las heridas. Allí, McGowan completaba el comunicado explicando que "cuando entras en el mar, entras en territorio de animales peligrosos como cocodrilos y tiburones. Simplemente estaba en un mal lugar en un mal momento".

¿Son habituales los ataques de cocodrilo?

Desde que se prohibió su caza en 1974, la población de cocodrilos ha pasado de 5.000 a 30.000 en esta zona de Australia. A pesar de que su presencia es habitual en el norte tropical del país, los ataques de cocodrilo son poco comunes. Tan solo ha habido 46 -una quincena de mortales- desde que se empezaron a registrar, en 1975.

Sin embargo, últimamente ha habido unos cuantos. En febrero, los guardabosques dispararon contra un cocodrilo de 4 metros que mordió a un hombre y se comió a su perro en el norte de Cairns. Y a principios de año, los restos de otro hombre fueron encontrados dentro de un cocodrilo de también 4 metros en el río Kennedy.

Con todo, el departamento de medio ambiente de Queensland dice que investigará el incidente, "pero los cocodrilos a mar abierto son difíciles de localizar, pueden viajar decenas de kilómetros por día". En caso de localizarlo y determinar que es problemático para la seguridad pública, el cocodrilo sería eliminado.