Los medios hawaianos alertan del ataque de un tiburón en Honolulu. En concreto, en Kewalo Basin, al norte de Ala Moana, donde el surfista Mike Morita estaba disfrutando de un baño matinal junto a un grupo de amigos en el mismo spot en el que lleva surfeando los últimos 40 años -ahora tiene 58- y en el que tiene el respeto de toda la comunidad.

Al parecer y según cuentan sus propios hijos, pasadas las 7 de la mañana el surfista recibió el mordisco de un tiburón que se le acercó por detrás. En un momento dado llegaron a estar cara a cara, con el pie del surfista en la boca del escualo, y tras un forcejeo hubo una liberación del mismo. Fue entonces cuando el resto de surfistas le ayudaron a salir del agua y colaboraron en hacer un torniquete que le salvó la vida. Rápidamente llegaron los servicios de emergencia, que trasladaron a la víctima al Queens Hospital, donde fue operado de urgencia y estabilizado.

Según explican sus hijos Keani y Kamu, su padre ha perdido el pie y está pendiente de una segunda operación durante la semana. Pero dan las gracias a las personas que le ayudaron para que hoy "pueda vivir otro día más con su familia" y afirman que a pesar de la grave lesión "está decidido a afrontar los retos que le vienen con Dios, su familia y sus amigos y con energía positiva".

Según el Departmend of Land and Natural Resources de Hawái, los primeros indicios apuntan a que el ataque fue de un tiburón tigre de más de 2 metros que ha vuelto por la zona con actitud agresiva. Por ello, desde entonces se vació la zona y se indica claramente que hay tiburones en el agua. Por su parte, como es habitual en Estados Unidos por la falta de sanidad pública, los hijos han iniciado un GoFundMe para pagar los gastos médicos de su padre. Piden 50.000 dólares, de los cuales han recaudado ya más de 35.000.