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AVENTURA

Convierten un camión de Coca-cola en la casa de sus sueños

La pareja vive ahora a la aventura en lo que era un camión de reparto. Aseguran que gastan unos 500 dólares a la semana en comida y gasolina.

Paul Battenally y Clara Trindall ante su camión de Coca-Cola convertido en Camper.
@colas_truckingadventures

Paul Battenally y Clara Trindall son una pareja que vivían compartiendo piso en Wollongong (Australia). Se conocieron trabajando y viajando por Japón y, desde entonces, habían querido recorrer Australia entera. Empezaron a mirar furgonetas y autocaravanas, pero las encontraban demasiado pequeñas. Un día encontraron un camión de reparto de Coke (Coca-cola) de la marca Isuzu que se vendía por 17.500 dólares australianos y lo tuvieron claro.

El camión estaba hecho polvo, pero ellos mismos iban a ser la mano de obra, ya que Battenally es carpintero de profesión. Así, gastaron "únicamente" 17.000 dólares australianos en mobiliario, material eléctrico, fontanería y accesorios y otros 8.000 dólares australianos en materiales. Lo que era una camioneta hecha polvo acabó siendo una camper espectacular con cama tamaño king-size, baño, cocina, comedor e incluso espacio para almacenar tablas de surf y bicis de montaña, sus dos grandes pasiones. Manteniendo, eso sí, la parte trasera con el rótulo de reparto de Coke y la clásica cortina/lona plegable de los camiones de reparto para que no perdiera la esencia y para usarlo de protector contra los insectos.

Según explican en Business Insider, pasaron 11 meses trabajando en el vehículo y se mudaron en noviembre del 2021. Luego estuvieron un año entero viviendo allí sin moverse, con tal de ahorrar para el viaje. El objetivo era llegar a los 40.000 dólares australianos en el banco para pasar un año recorriendo Australia sin depender de nada ni de nadie. Y eso es exactamente lo que empezaron a hacer en enero de este año, 2023. Surf, MTB, playas, montaña... y todos los grandes atractivos de Australia a su alcance. A unos 500 dólares por semana entre combustible y comida, que son sus únicos gastos. Cuando terminen, en 2024, el plan es seguir viviendo allí pero otra vez como sedentarios para ahorrar y poder remodelar, esta vez, una casa.