Beber alcohol incrementa el riesgo de accidente esquiando en un 43%
Un estudio afirma que se lesionan más de 1.000 británicos al día durante sus vacaciones de esquí tras haber bebido alcohol. Algunos, mucho alcohol.
Los británicos son buenos clientes de las estaciones de esquí de Francia, Suiza y Austria, especialmente en los Alpes. Allí, tras una mañana de esquí, les esperan muchos locales con una amplia oferta de comida y bebida (vinos, pintas y hasta copas). Según cuentan algunos locales, hay británicos que llegan a cerrar el local y luego, bebidos, se vuelven a poner los esquís para bajar.
Estas afirmaciones "tópicas" se ven respaldadas por un estudio que dice que, cada día, más de 1.000 británicos (3,8 millones de lesionados en 5 años) se lesionan durante sus vacaciones de esquí a causa de que han bebido alcohol. El resultado es un buen repertorio de cortes, huesos rotos, esguinces, ligamentos fracturados, etc.
El estudio afirma que más de 5 millones de esquiadores británicos reocnocen haber bebido en las pistas. En cuanto a la cantidad, de media serían 6,1 unidades de alcohol (o tres combinados de alcohol duro con algún refresco). Y un millón aseguraba que se había bebido más de 10 unidades (5 copas).
Según comenta el estudio, las víctimas afirman que bebían porque les da más confianza y les ayuda a tomar mejores decisiones. Nada más lejos de la realidad: beber aunque sea una copa generosa de vino aumenta la posibilidad de sufrir un accidente incrementa un 43%. Así de tajante lo explica el esquiador y director de WIlderness Medical Training, Barry Roberts: "No hay ningún otro deporte de aventura asociado a la velocidad y con el potencial para acabar estampado contra los árboles en el que la gente beba mientras lo practica. ¿No irías a escalar borracho, no?¿Pues por qué beber mientras se esquía está socialmente aceptado? Si se está por encima de la tasa permitida para conducir un coche tampoco se debería bajar por una pista de esquí, es una idea estúpida".
Hay que decir que dichos accidentes pueden ser también un problema para el bolsillo. Un rescate en los Alpes de un trineo de emergencia y una factura de hospital pueden costar miles de euros, ya que los seguros no cubren los accidentes provocados por el alcohol o las drogas. Y por qué no decirlo: es un peligro también para quienes no han bebido.