En octubre del 2020, Michael Hutto y su novia, Lora Grace Duncan, viajaban hacia los Cayos de la Florida a ver unos amigos. Por el camino pararon en el hotel Hilton Singer Island. Tras pasar el día en la playa volvieron a la habitación y estuvieron jugando a simular que se disparaban. Pero el juego se convirtió en realidad y Hutto disparó a Duncan en el estómago. Eso es lo que declaró ante la policía y en el juicio.

Al parecer, el fundador de la marca de surf y buceo Salt Life Apparel dejó inmediatamente el hotel con el arma y condujo hasta que se quedó sin gasolina. Al día siguiente le encontraron en Jacksonville, Florida, a casi 500 kilómetros de distancia, temblando, delirando y llorando. Le llevaron al hospital. Al preguntarle por su pareja respondió "Oh dios míos, creo que le he hecho daño".

No le detuvieron hasta el día siguiente, que fue cuando se encontró el cadáver de Duncan en descomposición, lleno de sangre y con una bala en el estómago, en la habitación del hotel. Según explican los medios locales, el padre había solicitado un "welfare check" tras haberle perdido la pista durante más de 24 horas y porque no respondía a sus llamadas. Gracias a una app de rastreo del móvil supieron que estaba en la habitación del hotel, reservada a nombre de Hutto, que también había dejado su billetera y la identificación.

Durante el juicio, Hutto se declaró culpable de homicidio involuntario con arma de fuego, un delito por el que el juez le ha condenado a 12 años de prisión.