La Molina estrena la pista negra Barcelona, la más larga de España
La estación de esquí del Pirineo abre este viernes la renovada pista de 4,75 kilómetros de longitud, 859 metros de desnivel y un 66% de pendiente máxima.
La Molina abrirá la pista Barcelona este viernes, 3 de febrero del 2023. Las últimas nevadas, el frío óptimo para la producción de nieve y el trabajo constante han permitido dejar los casi 5 km de pista -los medios especializados aseguran que es la más larga de España de este tipo- en perfectas condiciones por su inauguración.
Durante el verano del 2022 se llevaron a cabo diferentes trabajos para adaptar la pista. Entre las tareas que se llevaron a cabo destacan el acondicionamiento del terreno, la colocación de 73 máquinas para garantizar la producción de nieve, la instalación de anclajes para máquinas y biombos, la preparación de la pista para competición y la incorporación de protecciones y medidas de seguridad.
Los trabajos se dividieron en 3 grandes zonas: la superior, entre los 2490 m y los 1985 m, es un terreno con muy poca vegetación y dónde solo se sacaron algunas rocas de grandes dimensiones; la zona intermedia, de 1975 m a 1755 m, donde se reperfiló el suelo, retiraron algunos árboles, se hizo movimiento de tierras de desmonte en roca (garantizando 70 m de anchura de pista) y se canalizó las aguas; y el área inferior y llegada, que ya se condicionó en 2010.
La pista Barcelona también se condicionó para que sea posible hacer carreras internacionales de velocidad. Al mismo tiempo se remodeló para hacerla más atractiva para el público esquiador de alto nivel. En cuanto a la competición, el trazado está en proceso de homologación por parte de la Federación Internacional de Esquí (FIS) y, por lo tanto, en muy poco tiempo será el referente del esquí de velocidad en los Pirineos.
Todo el proceso ha tenido un cuidadoso seguimiento por parte de la Comisión medioambiental constituida para la supervisión de las obras.
Una pista histórica
La pista Barcelona formó parte del dominio esquiable de la Tosa desde el año 1954, coincidiendo con la expansión de La Molina hacia aquel sector con la construcción del Telecabina Puig de Alp.
Históricamente, la pista Barcelona, con un trazado en la zona baja mucho diferente al actual, ha existido durante 50 años, pero era muy poco utilizada. Había otras alternativas en servicio como camino de retorno desde el Refugio del Nido del Águila (2.537m) hasta el centro de la estación (1.660m). Además del uso comercial, esta pista también se utilizaba como pista de competición en sus inicios.