Maldivas es conocido por ser uno de los paraísos de referencia en el mundo del surf. Los surf trips o boat trips están a la orden del día y así hemos visto a Borja Agote pasarlo en grande a bordo de un barco valorado en 10 millones de dólares o a Kelly Slater ganando la prueba de surf más exclusiva del mundo, organizada por un hotel de lujo. Pero también tiene una cara B. La muestra Kale Brock en uno de sus habituales vídeos en YouTube en el que recorre otro resort que nunca llegó a abrir sus puertas.

"Aquí estamos, en una isla en Maldivas, listos para visitar un resort de surf abandonado. Espero que sea seguro y no muy creepy". Así empieza el vídeo el cineasta, surfista y youtuber australiano, que asegura que para llegar tuvo que convencer a un grupo de locales y, una vez allí, reconoce que se siente "como si estuviera en el rodaje de Lost".

La historia, según le cuentan a Brock, es la siguiente: "Aparentemente, un político importante de Maldivas es el propietario de esta isla y la construcción del resort empezó hace 12 años. Estuvieron construyendo durante dos años y luego por 'razones políticas' que realmente no sabemos (pero que serían que se quedarían sin dinero o vete a saber), las instalaciones quedaron abandonadas".

Es así como se entiende que durante su visita encuentren muchos edificios construidos, otros a medias y algunos que directamente no lo están. También saunas por abrir y deteriorándose en cajas, pilas y pilas de retretes, una piscina que tiene unas vistas espectaculares pero cuya agua no puede ser más oscura, un intento de chiringuito y hasta vehículos abandonados como un coche y una furgoneta. Quizás, lo más creepy es la zona de los sistemas eléctricos, digna (como dice Brock) de Jurassic Park tras el abandono de la isla. Aunque las casas de la Water Villa tampoco tienen desperdicio.