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SURF

Desarrollan un tejido resistente a los mordiscos de tiburón

Ironskinn es una tecnología que han creado y testeado para aguantar tanto mordiscos de tiburones como afilados foils o arrecifes en deportes acuáticos.

Actualizado a
Tiburón blanco mordiendo un prototipo de Irønskinn.
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Surf, kite, bodyboard, bodysurf, windsurf, buceo... todas estas actividades acuáticas tienen unos riesgos que desde Irønskinn han intentado reducir con sus investigaciones: los mordiscos de tiburón, las lesiones provocadas por un foil o los cortes que puede generar un afilado arrecife. Su solución son unos pantalones que presentan como “la primera armadura para el mar suave, ligera y flexible”.

Según explican, no es más que un tipo de tejido que ya usan algunos buceadores "en algunos de los océanos más peligrosos del mundo" pero que ahora se podrían usar en muchas más disciplinas porque lo han hecho más ligero y permitiendo más movilidad. Con una tecnología "desarrollada y testeada durante una década, tras cientos de prototipos y miles de configuraciones" que ha acabado con la patente de "unos conjuntos que resisten perforaciones y cortes sin dejar de ser livianos y móviles".

En concreto aseguran que los pantalones Irønskinn "han sido testeados con los tiburones más agresivos del mundo: blancos y toro, así como tigre. En colaboración con expertos del Acuario de Oklahoma y de Helmerich Research Center. Llegando a reducir la fuerza de penetración de un diente un 500% y consiguiendo un 99% de resistencia a las punciones de un diente de un tiburón.

Aseguran que usan "un conjunto de materiales 15 veces más fuerte que el acero y de menos de 5mm de grosor" que, además, es para todo el año: "Se puede usar bajo pantalones cortos en condiciones cálidas o sobre un traje de neopreno en condiciones más frías". Eso sí, es importante destacar también que para obtener esa maniobravilidad, la mencionada tecnología cubre el 90% de la prenda, pero deja libres algunas zonas claves para poder moverse.

El precio de venta y el momento del lanzamiento todavía no está claro. De momento han lanzado un Kickstarter para poder empezar la producción y, a juzgar por las recompensas (que incluyen también una sudadera o una camiseta), el precio de un pantalón estaría alrededor de los 850 dólares australianos, que son unos 550€.