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SURF

4 millones: se vende “la choza más cara del mundo del surf”

Se trata de una pequeña -por el precio que tiene- casa en una antigua área para casas móviles que ahora es una zona exclusiva de Malibú (California).

Actualizado a
Choza de surf en venta en Paradise Cove. Terraza con fogata a gas y rodeada de árboles.
TheMLS.com

Los “Trailer Park” o áreas semi-permanentes o permanentes para casas móviles, contenedores o remolques de viaje, son generalmente para gente con pocos recursos. Así era Paradise Cove, en Malibú, cuando se construyó en los años 50s. Unas 35 hectáreas de terreno frente a la playa de California que se convirtieron en el destino favorito de los amantes del mar y el surf que querían un alojamiento asequible entre la locura de precios de Los Ángeles. Pero el tiempo, la gentrificación y el sistema en sí lo fueron convirtiendo poco a poco en un lugar exclusivo cuyos precios, hoy en día, ya no son asequibles.

Allí en medio se vende la que algunos medios especializados han calificado como "la choza de surf más cara del mundo". Fue rediseñada por Marmol Radziner en 2015 y está ubicada en un callejón sin salida, sin vecinos inmediatos. Tiene olas suficientemente buenas enfrente para el surf y se vende por 4 millones de dólares.

Desde la agencia inmobiliaria la describen así: "La casa de Marmol Radziner en Paradise Cove es el retiro costero definitivo. Combina lujo y simplicidad moderna en una de la ubicaciones más solicitadas de Malibú. La madera de granero rústica adorna el exterior y una gran puerta abre paso a un santuario rodeado de árboles con muchos años, plantas resistentes a la sequía y espacios cuidadosamente diseñados".

La casa tiene muebles de James Perse incluidos en la venta, una sala de estar muy grande con techos abovedados, vigas de madera, un tragaluz central largo y puertas de vidio aplicables que la conectan con una terraza envolvente. No le fata un buen comedor, una cocina bien equipada, un baño tipo spa con suelo de mármol, un dormitorio principal que da al patio trasero (con vestidor) y un patio trasero completamente cerrado con fogata a gas y una fuente. En la parte trasera, además, hay una habitación independiente que puede servir como oficina, sala de estar, estudio de yoga o habitación para invitados.

Por último cabe añadir que la comunidad tiene acceso controlado, seguridad, parking, área de picnic, pistas de tenis y basket... pero en cambio no tiene ni piscina ni spa. Y se pagan 2.000 dólares al mes a la HOA (comunidad de propietarios).