Ruth Woroniecki, una chica de 40 años de Colorado (Estados Unidos), es una senderista experta. Sin embargo, nunca había ascendido unp ico en las condiciones de nieve y hielo que están azotando algunos estados de los Estados Unidos como es el caso de California. Así, un día de estas Navidades salió de buena mañana dispuesta a coronar el Cucamonga Peak (2.701 metros) con ropa informal y zapatillas deportivas.

Llegados a un punto en el que había hielo, Woroniecki resbaló y cayó unos 60 metros, el equivalente a un edificio de 20 plantas. Según explica la Oficina del Sheriff de San Bernardino, el tronco de un árbol caído amortiguó su caída, que pudo haber sido peor pero que no evitó que se fuera con heridas graves en el cuello y en la cabeza.

Al poco, otro excursionista descubrió a Woroniecki inconsciente. Este, que sí iba bien equipado, usó los crampones y el piolet para alcanzarla y avisó a los servicios de emergencia con un dispositivo GPS. Un equipo de búsqueda y rescate llegó al cabo de poco y se la encontró aturdida y confundida, pero agradecida. La pudieron evacuar en helicóptero a pesar de las ráfagas de viento, que complicaron el rescate.

La trasladaron a un hospital, donde fue intervenida de urgencia y quedó estabilizada. No sin docenas de puntos y grapas para cerrar la herida y una cirugía neural para comenzar a reparar el daño en al columna, que le deja un largo camino por recorrer para volver a la normalidad.

Desde su familia han iniciado un GoFundMe, puesto que Woroniecki se enfrenta ahora a tener que pagar los costes de la hospitalización y la terapia, algo muy habitual en Estados Unidos. La cifra es de ni más ni menos que 100.000 dólares y sus familiares basan su petición en que "Ruth ha dedicado su vida a ayudar a los demás y ahora quien necesita la ayuda es ella". Así, explican que dos días antes del accidente, sin ir más lejos, estaba dando comida a gente sintecho en Los Ángeles.