Otra Nochebuena fatídica para el surf: muere un surfista en Gáldar
Tras la muerte del año pasado de un bodyboarder a manos de un tiburón en las costas de California, este año la fatalidad le ha tocado a España y Colombia.
Este sábado, 24 de diciembre (también conocido como Nochebuena), el mundo del surf ha recibido una de las peores noticias. Un accidente en la costa de Gáldar (Gran Canaria) provocaba la muerte de Julián González, bodyboarder colombiano, de tan solo 29 años.
Según han informado las autoridades, los hechos han tenido lugar alrededor del mediodía, en un día perfecto de sol y olas perfecto para el surf y el bodyboard. En concreto, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 112 del Gobierno de Canarias recibió la alerta a las 12.16, con una llamada que informaba de un surfista afectado por un accidente en esta famosa zona surfera -la ola de El Frontón- del norte de la isla de Gran Canaria.
Otros surfistas que también estaban disfrutando de las olas, nada más ser conscientes del accidente sacaron al afectado del agua hasta la playa de Caleta de Arriba. Acto seguido comprobaron sus constantes vitales y vieron que estaba en parada cardiorrespiratoria, por lo que junto a la Policía Local y otras personas que había en el lugar decidieron probar con un masaje cardíaco. Al parecer, siguieron las indicaciones prestadas mediante teleasistencia por un enermero coordinador del SUC que les guiaba desde la sala operativa.
Poco después llegó al lugar el personal del SUC, constatando dicha parada cardiorrespiratorio y continuando con las maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas y avanzadas. Por desgracia, sin éxito, por lo que confirmaron su fallecimiento en la misma playa.
Los Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria y un helicóptero del GES también intervinieron en el dispositivo de los servicios de emergencia y la Guardia Civil custodió el cuerpo del allecido hasta la llegada de la autoridad judicial, que instruyó las diligencias correspondientes.
Nochebuena negra
Por desgracia hace justamente un año que el día 24 de diciembre se teñía de negro para los amantes de las olas. En esa ocasión por la muerte de Tomas Butterfield, un hombre de 42 años de Sacramento que había viajado a Morro Bay para pasar la Navidad con su madre y su hermano. La mañana de Nochebuena decidió también ir a darse un baño y tampoco volvería. En este caso por un ataque mortal de tiburón.