Graban el "bostezo" de un tiburón en Canarias: "No se sabe por qué lo hacen"
Felipe Ravina captura tres increíbles imágenes de un angelote o pez ángel desencajando completamente su mandíbula en "un comportamiento poco habitual".
"Durante el curso de vídeo submarino que hicimos este fin de semana con Buceo Norte Dive Center en Gran Canaria tuve la suerte de captar esta secuencia de un comportamiento poco habitual, en el que el angelote desencaja completamente su mandíbula en lo que parece un bostezo. Todavía no se sabe la razón por la que lo hacen. Es exactamente el mismo movimiento que hacen al capturar una presa, pero a cámara lenta". Así relata el productor de documentales marinos, Felipe Ravina Olivares, su espectacular encuentro con un pez ángel.
El encuentro es espectacular y poco común porque "estos tiburones están en Peligro Crítico de Extinción a nivel mundial", explica Ravina, quien añade que "en Canarias tenemos la suerte de poder disfrutarlos proque están protegidos por ley y su captura está completamente prohibida". Y se ha hecho viral gracias a que lo han compartido desde la popular cuenta de Discover Sharks, con más de dos millones de seguidores. Pasen y vean.
Salvar Tenerife
Más allá de este encuentro, cabe destacar que Felipe Ravina también ha sido noticia este otoño porque su documental Salvar Tenerife recibió el premio Barandilla de Oro en el Ciclo Internacional de Cine Submarino de San Sebastián, el certamen más importante de este tipo en España. Ganó el premio a mejor documental y también "mejor trabajo de conciencia ecológica" y se mostraba muy ilusionado por la difusión que iba a tener el documental, llegando a decenas de miles de espectadores de toda España gracias a que Cimasub lo llevaría de gira.
El documental pretende impulsar un cambio hacia un desarrollo sostenible real, para que pueda haber un futuro de convivencia con la naturaleza y se pueda seguir disfrutando en este caso de Tenerife (y del resto de Canarias) en su estado salvaje y natural. Todo ello en un contexto en el que hay una sobreexplotación de esta isla, con más de 6 millones de turistas y casi 1 millón de habitantes y cuya gestión "está amenazando más que nunca a los espacios naturales y a la biodiversidad tinerfeña, cada vez más deteriorada".