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SNOWBOARD

Muere Sam Finnemore

La policía neozelandesa abre una investigación sobre la muerte del snowboarder, que califican de “inexplicable”, en el piso en el que residía en Canterbury.

La cara del snowboarder Sam Finneman, sonriendo.
Canterbury Police

En pleno Día de Todos los Santos, 1 de noviembre, la Policía de Canterbury ha encontrado el cuerpo sin vida de Sam Finnemore en el piso donde vivía en Matipo Street, en la zona residencial de Riccarton, en Christchurch (Nueva Zelanda). Finnemore, de Auckland, vivía allí porque iba a la Universidad de Canterbury, donde estaba estudiando Geología.

Las causas de la muerte son todavía desconocidas o, como dicen las propias autoridades, "inexplicables". No han dado más detalles al respecto, si bien aseguran que hay una investigación en marcha y que se le ha hecho una autopsia. Por su parte, el NZ Herald, que estuvo en el lugar de los hechos, supone que "la policía está indagando si la ventana rota del apartamento está relacionada con la muerte".

En el comunicado de la policía se menciona también que "la familia está completamente destrozada" y piden a los medios "que les dejen espacio para llorar su muerte". Así, adjuntan en el texto otro comunicado de la familia en el que explican precisamente eso: "Familia y amigos hemos quedado hechos polvo al enterarnos de la muerte de Sammy el 1 de noviembre, a dos días de cumplir los 20". Añaden que Finnemore era hijo único, además de "un amado primo, sobrino y nieto de una familia repartida entre Christchurch, Tauranga y Londres".

En cuanto al snowboard, el joven neozelandés había ganado unos cuantos campeonatos a nivel nacional como los Auckland Secondary Schools Snowboarding Championships, algo a lo que se hace referencia también en el escrito de su familia: “A Sammy le encantaba competir en snowboard. Había pasado muchos días felicies en Wanaka (una estación de esquí de Nueva Zelanda)”. Y concluyen: “Era querido, feliz y apreciaba el tiempo con sus amigos. Amaba la vida. Le recordaremos con cariño”. Que así sea.