El 30 de junio, un nadador de 37 años recibía el mordisco de un tiburón en Jones Beach, en Long Island (Nueva York, Estados Unidos). Era el primera taque de una serie de hasta seis que se han producido en tan solo 20 días en las playas de esta zona. Entre las víctimas se contabilizan dos surfistas, que en una enumeración sería el cuarto y el sexto ataque de los mencionados.

El cuarto fue -dicen los medios locales- un tiburón tigre en Smith Point Beach y dejó una herida de 10 centímetros en la pierna del surfista. Al parecer, este se encontraba remando con su tabla de Paddle surf y con el ataque fue derribado, dio un puñetazo al escualo y afortunadamente una ola le llevó de regreso a la orilla antes de que la cosa fuera a peor.

El sexto, el que se ha producido este miércoles por la tarde, ha ocurrido en las aguas de Kismet Beach, en Fire Island. El joven surfista de tan solo 16 años remaba también con su tabla de surf a unos 20 metros de la orilla cuando recibió el mordisco del tiburón (no han especificado de qué especie) y le dejó también una herida leve de unos 10 centímetros en su pie derecho. Los agentes del Quogue Village Police Department informaron de que la víctima pudo abandonar el agua andando y los servicios de emergencia le mandaron al Hospital Medical Center de West Islip, donde fue atendido debidamente por especialistas.

La única víctima, un tiburón

No fue el único encuentro con tiburones que se reportó este miércoles en Long Island, si bien sí fue el único ataque. En concreto, la policía informó de que un vecino de Dune Road Beach había visto un tiburón blanco muerto en la orilla. De hecho fotografió al ejemplar, que medía unos dos metros. Sin embargo, antes de que pudieran llegar los agentes, las olas se lo llevaron mar adentro.

En este contexto, las autoridades adiverten en un comunicado "a bañistas, surfistas y pescadores que extremen precauciones". Porque lo cierto es que movilizaron al helicóptero y a varios barcos para localizar a los tiburones pero no hubo suerte porque el agua estaba "demasiado turbia". El Gobierno de Nueva York ya ha dado orden de incrementar la vigilancia en toda la zona para detectar a los tiburones con antelación y evitar que algún día se pueda producir un incidente de más gravedad.