Blake Johnston ha tenido una vida dura en cuanto a la relación con la salud mental y el suicidio. No en vano, su padre se suicidió y uno de los trabajadores de Quiksilver murió debido a problemas de salud mental cuando él era un niño y surfeaba para la marca. A todo ello hay que añadirle sus propios problemas de salud mental, claro, propios de la vida de cualquier surfista profesional que lucha por entrar en la élite del surf a través del QS.

El caso es que Johnston tiene también un largo historial de desafíos mentales relacionado especialmente con las carreras por la montaña denominadas ultra trail, que te retan tanto física como mentalmente. A sus 40 años, de hecho, planeaba organizar una carrera de 600 millas (1000 kilómetros) para crear conciencia sobre la salud mental. Pero cuando descubrió el récord de la sesión más larga de surf de la historia, cambió de reto y de planes.

Actualmente, el récord mundial de la sesión de surf más larga lo tiene el sudafricano Josh Elsin, quien surfeó durante un total de 30 horas y 11 minutos, en los que cogió nada más y nada menos que 455 olas. El reto de Johnston es surfear durante más de 40 horas y superar las 500 olas surfeadas. Con tal de recaudar fondos para la salud mental y contra el suicidio, su intención es cobrar a la gente por surfear con él mientras intenta el récord. Una gesta que intentará con el apoyo de Red Bull, durant el mes de marzo del año que viene, en The Alley, una ola cercana a su casa, en Cronulla (Sídney, Australia).

Aseguranque no lo hace por fama ni por gloria, ni tan siquiera por escribir su nombre en el libro Guinness de los récords, sino únicamente por concienciar acerca de la salud mental, prevenir el suicidio y, por qué negarlo, llenar de orgullo tanto a su familia como a él mismo.