Una ola mata a James Civil ante su familia
El surfista, uno de los más respetados de Nueva Zelanda, estaba surfeando en Aramoana Beach con su pareja y su bebé observando desde la playa.
Duras noticias las que llegan desde Nueva Zelanda. Jamie Civil, reconocido surfista kiwi, ha muerto este fin de semana mientras hacía lo que más le gustaba y tan bien se le daba: surfear. Así lo han confirmado los medios neozelandeses, generando una reacción unánime de tristeza en la comunidad del surf en todo el mundo.
Según explican los medios locales, Jamie Civil estaba participando en un campeonato llamado Herb and Paro Surf Contest, en Aramoana, Nueva Zelanda. Cuando terminó su manga, decidió volver al agua a surfear por libre para aprovechar las olas grandes y potentes que había. En un momento dado, una de las olas le envió contra el fondo y empezaron los problemas.
Los testigos que presenciaron el accidente aseguran que rápidamente se llamó a los servicios de emergencia y que los presentes pudieron sacarle del agua en pocos minutos. De hecho, en 10 minutos tenían un desfibrilador en la playa para intentar reanimarle. Pero los esfuerzos de socorristas y paramédicos fueron en vano, Civil había muerto.
La noticia es más trágica -si cabe- teniendo en cuenta que en la playa estaban su pareja -Courtney- y su hija - Lenni-, un bebé de tan solo 6 meses. También estaban su cuñado y su hermana, con quien Civil había empezado a surfear y con quien compartía sesiones de surf a menudo en Dunedin, donde ambos vivían. Estos últimos llegaron en pocos minutos y en jet ski, ya que andaban por la zona.
En declaraciones a Stuff, Homa Mattingly (el cuñado) explica la magnitud de Civil como surfista: "Había ganado numerosos campeonatos y era famoso por su valentía; de hecho, en muchas ocasiones surfeaba solo porque nadie más se atrevía a entrar al agua". En relación a su hija asegura que "estaba muy entregado a esa niña, que había desplazado al surfing en su vida". Y concluía: "Sin duda, esto es una demostración de cómo el mar se te puede llevar en cualquier momento. Especialmente hablando de alguien como Jamie, respetado por todos los surfistas de olas grande, en sus 30, en forma, con una vida saludable... es un shock para todos".
El propio hermano explicaba también que su pareja estaba "destrozada". Además de estar abiertos a todos los mensajes de apoyo, desde la Asociación de Boardsports a la que pertenecían los dos hermanos han creado un crowdfunding para ayudarles a pagar los costes del funeral, así como a criar a su hija. En pocas horas llevan ya más de 60.000 dólares. DEP.