Se tira al agua desde un puente de 30 metros: casi muere y acaba detenido
El cliff diving no es un deporte para tomarse a broma. Saltar al agua tiene mucha más dificultad de la que puede parecer. Que se lo digan a Jimmy Jennings.
El Red Bull Cliff Diving es el circuito mundial de saltos de gran altura. Hay que tener en cuenta que la altura de la plataforma desde donde parten los clavadistas oscila entre 21 y 27 metros. Pues bien, Jimmy Jennings pensó que era una buena idea saltar desde el Atchfalaya Basin Bridge, que está a ni más ni menos que 30 metros de altura. En pleno atasco de coches. Esto es lo que ocurrió:
Lo que pasó a continuación es surrealista: "Cuando golpeé el agua se me salió el hombro, pero podía nadar un poco. Sin embargo, no podía volver a la orilla porque la corriente era demasiado fuerte. Estuve en el agua por lo menos de dos horas y media a tres (tenía un reloj donde mirarlo). Pensé que iba a morir, pero Dios me salvó". Alcanzó la orilla y pasó una hora más en tierra buscando una casa o algún sitio en el que pedir ayuda.
Al final, cogió una barca e intentó volver al puente: "De repente escuché a la policía detrás de mí, con las pistolas, diciéndome que levantara las manos, pero no podía porque mis hombros estaban destrozados. Así que me pidieron que me tirara al suelo y eso hice. Luego me esposaron y me llevaron a comisaría". Eso sí, lo hicieron en ambulancia y le ayudaron a recuperarse. Fue acusado de comportamiento criminal y allanamiento de morada.
Comportamientos como este dejan claro que saltar al agua no es algo para tomarse a broma. Los deportes extremos son para quienes dominan. Es decir, aquellas personas que han empezado poco a poco, subiendo de altura y empujando sus límites en todo momento pero con conocimiento. No para que alguien intente emularles de cualquier manera y en cualquier sitio...