Vuelve el público
Aunque hubo que adoptar medidas para evitar aglomeraciones, la organización tenía claro que no podía volver O Marisquiño sin público alguno. Así, habilitó unas gradas con distancia, aforo reducido, mascarilla obligatoria, etc. Puso entradas a la venta que se agotaron rápidamente y, tras dos años, centenares de afortunados pudieron disfrutar de un poquito de 'nueva normalidad'.