Un día dijimos que todo lo que toca Supreme se vende. Por extravagante o cara que sea la colaboración o el producto, venden. Esta vez, la empresa fundada en 1994 en New York City, se ha vendido ella misma. O mejor dicho, VF Corporation la ha comprado. Por valor de 2.1000 millones de dólares. La operación solamente está pendiente de la aprobación por parte de competencia, algo que podría ocurrir antes de que termine el 2020.

Según explica la propia VF Corporation en un comunicado emitido hoy mismo, esperan que esta marca tan ligada a la moda urbana y al skate suponga unos ingresos de 500 millones de dólares en el ejercicio fiscal del 2022. La intención a medio plazo es llegar a facturar 1.000 millones de dólares de cara al 2024 gracias a la expansión internacional.

El mismo comunicado de la compañía explica que los actuales propietarios de Supreme, The Carlyle Group y Goode Partners, venderán su participación en la compañía. Sin embargo, su fundador James Jebbia y el equipo directivo se mantendrán en la empresa, que también conservará su sede central en el lugar donde nació y en el que está actualmente: Nueva York.

En la nota informativa se defiende que Supreme complementa "los aspectos urbanos" de otras marcas de VF Coroporation con las que, además, ya se han realizado colaboraciones anteriormente, como son Vans, The North Face, Dickies o Timberland. Esta última, por cierto, fue la última granoperación corporativa de VF. Dicha compra fue en 2010. Sin embargo, desde entonces ha realizado otras incorporaciones más pequeñas como la de la propia Dickies, Icebreaker o Altra.

Del skate al lujo

Manhattan, 1994. James Jebbia fundó una tienda especializada en moda urbana y skate que se convertiría en el epicentro de la escena local del skateboarding, el punk o el hip-hop. Gracias a colaboraciones con gigantes de la moda como Nike, Fila, Lacoste o Champion (además de los mencionados y entre otros) pasaría al mainstream. Y últimamente ha entrado en el sector del lujo con otras marcas tipo Stone Island o Louis Vuitton. En la actualidad tiene una docena de tiendas físicas en grandes ciudades que van desde Tokio a Los Ángeles pasando por Londres o París.