Carmen Greentree: "Con 22 años me secuestraron 2 meses, con incontables violaciones"
La surfista australiana, ahora de 37 años, presenta el libro 'A Dangerous Pursuit of Happiness': la terrible historia que vivió en 2004 en un viaje a la India.
"Durante 7 años de mi vida estaba dedicada al 100% en convertirme en surfista profesional. Desde que me levantaba hasta que me iba a dormir estaba centrada en ser campeona del mundo de surf. Nada mé importaba más que eso". Así relata Carmen Greentree los momentos previos a la decepción de no entrar en el CT. Afirma que estaba "completamente perdida" por no haber cumplido su sueño, así que decidió tomarse un año sabático.
En ese año sabático decidió que lo mejor era irse de viaje a la India sin un objetivo claro. Simplemente a encontrarse. Pero lo que tenía que ser un viaje de reencuentro se convirtió en su peor pesadilla cuando un local se ofreció a ayudarle en la organización de su viaje. La convenció de que pasara una noche en su casa porque era "más seguro", pero era un engaño. La llevarían a una casa flotante en el lago Dal de la que no iba a poder salir en los próximos dos meses.
"Pensé que jamás escaparía de ese bote, que moriría allí de una u otra manera", explica Greentree a los medios australianos en la presentación de su libro; 'A Dangerous Pursuit of Happiness'. Cada vez que pedía irse la pegaban, hasta que se rindió: "Y a la que me rendí, fue la primera vez que me violó, pero es que estaba cansada,no podía pelear más y sabía que no iba a detenerse". Tras ello, confiesa que "perdí la cuenta de las veces que me violaron".
¿Podría haber escapado? Esa es la pregunta que se hizo durante mucho tiempo, pero el contexto no invitaba a hacerlo. Le habían contado que esa era una zona militarizada y que si la veían nadar podía recibir disparos. Pero es que además, la surfista tenía claro que "si me pillaba, me haría cosas peores". Así que se resignó a vivir en esa casa, con los padres del violador, sus dos hermanos, la mujer y una criatura. Y por petición de los agresores se vistió como musulmana y comía con ellos y rezaba cinco veces al día.
'Afortunadamente', una amiga suya avisó a las autoridades de que Carmen podía estar en apuros. Y cuando el secuestrador quiso ir un paso más allá y la obligó a llamar a casa para pedir dinero, los localizaron rápidamente. La policía llegó armada y en barcos, la rescataron y se llevaron detenidos al agresor y a uno de los hermanos.
Ahora, Carmen Greentree está casada y es madre de tres hijos, con los que vive al sur de Sídney. Asegura que escribir y publicar su historia la ha ayudado a superarlo y que, desde que lo ha hecho, ya ha salido un mochilero británico que también fue secuestrado y extorsionado en el mismo barco. "Estoy segura de que hay más, pero tendrán miedo de dar el paso", concluye.