Desde el asesinato de George Floyd y el tratamiento recibido posteriormente en redes sociales, las organizaciones que promueven los derechos civiles como la Asociación Nacional Para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) han estado quejándose de la moderación del contenido y el discurso del odio en redes sociales como Facebook e Instagram. Entre otras cosas, por la difusión de los mensajes del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Ante esta situación, pequeñas compañías fueron sumándose a la campaña #StopHateForProfit. La primera gran marca que se sumó al boicot a estas redes sociales fue The North Face, alegando que "la retórica y la desinformación racista han hecho del mundo un sitio desigual e inseguro", explicaba el responsable de marketing. 

Poco tardó una marca comprometida socialmente y medioambientalmente como Patagonia en sumarse también a la campaña. "Detenemos todos nuestros anuncios de manera inmediata como mínimo hasta julio, esperando una respuesta del gigante de las redes", decía la responsable de marketing de esta enseña.

Finalmente, Vans también ha querido sumarse a la campaña. El vicepresidente de marketing global explicaba en este caso que "la decisión se enmarca en la línea de trabajar de la compañía, que trabaja activa e incesablemente en ser antirracista en todo lo que hace".

Así pues, las tres compañías mencionadas, especialistas en deportes de acción y aventura, detendrán su inversión publicitaria en Facebook e Instagram durante por lo menos el mes de julio. Una inversión publicitaria que significa el 98% del negocio del gigante. Para hacerse una idea del volumen que representa, solamente en Facebook se facturaron más de 15.000 millones de euros en el último trimestre (a pesar de la pandemia).