El día que el Gobierno de España decretaba el estado de alarma para tratar de contener el avance del COVID-19 -hace ya tres semanas- se cancelaron muchos viajes. Algunos ya en marcha, otros que iban a venir en los siguientes días e incluso casos de escapadas que empezaban ese mismo día.

El caso de Philipp Klein Herrero es uno de estos últimos. Este ingeniero que trabaja en la Seat de Martorell (Barcelona) había estado ahorrando todo el año para escaparse con la familia a esquiar a Francia. En concreto, a una zona como la Grave que es un paraíso para los amantes del freeride (el esquí fuera pistas).

En declaraciones a AFP asegura que podría haber subido al autocar, pero que no le pareció respetuoso irse de vacaciones con gente muriendo a causa de la pandemia del coronavirus. Perdió todo el dinero, pero no la creatividad, así que decidió vivir una aventura de esquí sin salir de casa: 

El vídeo acumula ya millones de reproducciones entre las distintas redes sociales en las que se ha compartido. Está grabado en stop-motion tras las lluvias de la tercera semana de confinamiento en Barcelona, con unas sábanas, unos esquís, un toque de humor y una cámara en el techo de una habiación de 10 metros cuadrados. Es ya la aventura más viral del año... sin ni tan siquiera salir de casa, confinado.