Seguro que el bueno de Freddie Mercury jamás se hubiese imaginado un “videoclip” de uno de sus más célebres hits a todo trapo y volando por los cielos. Totalmente coordinado pero sin perder atención en el vuelo, Aljaz Salkic se baja por las laderas de Stol Karavanke, en Eslovenia, con todo el ritmo y la euforia de ir cantando “Don’t stop me now” durante la jugada.

La canción no podría ser más adecuada y literal. Imparable y a toda castaña, el clip recopila el alucinante descenso en speedflight junto con una de las más canciones populares del mundo del pop rock con la voz –o el playback- del mismo piloto. Qué mejor manera de combinar el poder de la música con la intensidad de este peligroso deporte.

Más allá de eso, el clip deja latente, una vez más, la magia de esta asombrosa modalidad que crece cada día que pasa. También plasma las inquietudes y los gustos del mismo piloto ya que, tal y como él dice, este temazo de los 80 no para de sonar en su cabeza cada vez que sale por ahí a volar.

Natural, vaya. ¿A quién le gusta que “le paren” cuando está descendiendo a esa velocidad entre árboles y afiladas rocas? El chute de adrenalina se multiplica por dos cuando una canción cómo esta le marca a alguien el tempo. Una bajada de lo más memorable con un resultado sin igual que le hace estar a uno cantando durante todo el clip.