Walt Disney y la controvertida estación de esquí que nunca vio la luz
El padre del universo Disney tuvo la peculiar idea de construir unas pistas de esquí en las salvajes montañas del norte de California. El proyecto nunca se hizo realidad.
¿Os imagináis a Mickey Mouse marcándose un flip por las laderas de alguna montaña nevada? ¿O al pato Donald haciendo slopestyle a todo trapo? Bien, pues esta colosal estación de esquí diseñada por el mismísimo Walt Disney en 1965 pretendía hacer de esta imagen una realidad. Con un macro complejo de esquí, Disney quiso traer la magia de la imaginación al mundo de los deportes de nieve después de empezar a crear los míticos parques de atracciones Disneyland.
Con un complejo basado en un gigantesco hotel de más de 1000 habitaciones, unas instalaciones con 22 telesillas, una pista de hielo y hasta un campo de golf, Disney quiso traer a las laderas de las montañas del norte de California “un Alpino País de las maravillas Americano”.
Tal y como declaró en lo que fue su última aparición pública, Walt -el cual era un ávido esquiador- se enamoró de las alucinantes laderas de la Mineral King Valley y quiso traer la magia del esquí para todo el mundo atrayendo a casi 1 millón de personas anuales con su ambicioso proyecto. Unas intenciones de lo más contradictorias, sin duda.
A pesar de la voluntad y la considerable inyección de dinero -600 millones de dólares en una década- que prometía traer el proyecto, este acabó por no hacerse realidad debido a las enormes presiones populares, a las políticas medioambientales del congreso de aquél entonces y a las numerosas críticas de destruir parte de uno de los parques naturales más emblemáticos de Estados Unidos: el Sequoia National Park. El proyecto cayó y dicho resort quedó en nada, conservando así la pureza de esta remota zona del norte de California.