Hace unos días viralizaba la historia de un grupo de bikers y su breve -aunque aterrador- encontronazo con dos oseznos y su enfurecida madre en las montañas de Kosovo. La historia de Colin Dowler pero, es de esas que no te dejarán pegar ojo. Este biker estaba explorando la región de Mount Doogie Dowler cuando de repente, en medio del camino, se encontró de frente con un oso.

Con toda la desesperación del mundo pero sin perder la calma, Dowler empezó a hacer ruido con el cuadro de su bici y un poste de metal –el cual luego le acabó lanzando- para ahuyentar al animal. Cuando vio que no generaba el efecto deseado lanzó su mochila con sus provisiones de comida para distraer al oso, pero tampoco fue suficiente.

La pesadilla de verdad empezó cuando el oso decidió atacar a Colin con todas sus fuerzas y, tal y como el mismo describió en una entrevista, pudo escuchar al oso masticar sus huesos y quedarse con la imagen del mismo atacando su abdomen con sus potentes mandíbulas. El momento crucial que le permitió a Colin contar esta historia fue el instante en que se dio cuenta de que llevaba una navaja en uno de sus bolsillos. Antes de hacer más spoiler -el final es épico- podéis ver al propio rider contar la experiencia desde el hospital...

Con toda la sangre fría del mundo, Colin consiguió pillar el cuchillo y clavarlo al cuello del oso ahuyentando así al animal, que se quedó merodeando cerca del punto donde tuvo lugar el suceso. Sangrando por todos lados y con algunos torniquetes, Colin consiguió montar durante 7 kilómetros con su bici hasta encontrar un campamento donde se desmayó. Afortunadamente, Dowler se recupera adecuadamente de un susto que, sin duda, no olvidará jamás.