Una de las pequeñas incongruencias de la vida camper suele ser la contaminación que dejan nuestras queridas casas andantes durante el camino. La gran mayoría de personas que gozan de la vida en furgoneta suelen ser amantes de la naturaleza y la aventura que, guiados por el placer de vivir en la intemperie, aparcan sus trastos para disfrutar del aire libre. Un aire que, a pesar de las buenas intenciones de los furgoneteros, se va contaminando más y más con los actuales motores de combustión.

Al parecer pero, este nuevo proyecto nombrado Routedelsol y formado por Keegan Taccori y Joel Gregory, ha puesto a prueba un nuevo diseño de furgoneta camper que, alimentada por placas solares, promete ser una revolución para todo aquel furgonetero preocupado por el medio ambiente. Con un sistema desplegable de placas y un motor 100% eléctrico, el invento es de lo más prometedor. ¿El único problema? Su capacidad para cargar baterías es de lo más lenta: 3 días de carga –durante jornadas de sol radiante, claro- para realizar un máximo de 300 kilómetros.

Algo que no ha sido impedimento para estos dos ingenieros a la hora de probar su asombroso invento. ¿La prueba final? Un viaje de Alaska hasta Argentina para demostrar la viabilidad de la idea a la vez que hacen difusión del valor de las energías renovables por el camino. Un asombroso viaje cruzando América de norte a sur y que prevén que tendrá una durada de 2 años.

Un invento que nos acerca más y más a un futuro sostenible. Tan solo habrá que optimizar algo más la velocidad de carga para poder comercializar a gran escala este nuevo sistema que calmará la conciencia de todo buen furgonetero mentalizado por la preservación del medio ambiente. ¡Una pasada!