Hace ya un tiempo os contábamos el ambicioso proyecto de la construcción de un Surf Ranch en la zona de Palm Beach, Florida, de la mano de la WSL y la tecnología del famoso surfista, Kelly Slater. Un enclave que pretendía acercar aún más la cultura surfer a la zona de Florida, la región natal del mismo Slater, a partir de una gigantesca piscina de olas perfectas. Ya con los permisos y la aprobación del gobierno local, este proyecto arrancó motores en 2018 y pretendía ser inaugurado este mismo año.

Desgraciadamente, este proyecto ha tenido que ser descartado debido a las voces contrarias que han puesto el punto de mira en las distintas problemáticas que traería este punto a la zona de Palm Beach, Florida. Distintas comunidades locales de la región apuntaron que la construcción de esta gran piscina de olas implicaría un incremento del ruido en la zona, aumento de los niveles freáticos, contaminación lumínica, un exceso de tránsito de personas y lo que es peor; una posible contaminación de las aguas del parque natural Pine Glades.

Así pues, la WSL y la Kelly Slater Wave Co han tenido que cancelar este ambicioso proyecto para trasladarlo, en un futuro, a otras zonas menos vulnerables. Un proyecto que forma parte de la voluntad de construir el máximo número posible de piscinas de olas para dar accesibilidad y acercar este deporte a zonas desprovistas de olas para surfear.

Este suceso ha puesto en un compromiso a la organización de la World Surf League que, con una inversión de 6.5 millones de dólares y una construcción ya iniciada, pretendía convertir la zona de Palm Beach en otro punto más de referencia para el mundo del surf. Han sido asociaciones como el Club Sierra o la Sociedad Aubunon que, a partir de apuntar los distintos riesgos para la zona, han conseguido parar este importante proyecto que lamentablemente ya no será una realidad.