Julia Castro: "Tengo la suerte de poder elegir si quiero darme leñazos en agua dulce o salada"
La deportista extrema de Fuerteventura, una máquina competitiva tanto en kitesurf como en wakeboard, se declara 'incapaz' de elegir entre sus dos grandes pasiones.
Julia Castro es la máxima representante de la expresión “sentirse como pez en el agua”. Esta joven majorera –de Fuerteventura- ha roto los esquemas del kitesurf y el wakeboard con su indiscutible habilidad encima de la tabla. Toda una vida en el agua le ha servido para dominar con precisión los vientos del mar y la superficie acuática. Algo que le ha llevado a lo más alto con logros muy importantes que repasamos a continuación.
Julia, antes de nada, hablemos de tus inicios. Creciste en el mar, pasaste por buceo hasta llegar a la vela pero… ¿Cuándo, cómo y por qué decidiste que una de tus pasiones definitivas sería el kitesurf?
La verdad es que prácticamente estuve apuntada a todos los deportes que se podían practicar en la isla. Cuándo era más pequeña sí que estaba más del lado de los deportes acuáticos aunque luego me pasé a los de tierra. Empecé con el balonmano y más adelante me pasé al atletismo. Después de una lesión corriendo me encontré con el kitesurf.
Empecé porqué trabajaba como camarera en el campeonato del mundo y le pedí a uno de los competidores si me podía subir en su espalda mientras lo practicaba. Flipé con la sensación y un año más tarde cambié clases de kite por fotos, ya que en ese momento me gustaba mucho la fotografía y tenía un buen equipo.
¿Crees que es un deporte especialmente complicado de aprender?
¡Para nada! Creo que es súper fácil. Al final es un deporte que puede hacer todo el mundo. He visto niños de ocho años practicando y a señores de más de 70 también. Creo que mucha más gente se tendría que animar pero sobretodo... ¡las chicas! Que somos muy pocas en el agua.
Sufriste algunas lesiones importantes a lo largo de tu vida. ¿Piensas que es, como dicen, un deporte ‘peligroso’?
Bueno todo tiene un riesgo dependiendo de cómo se haga ¿no? Por ejemplo, el freestyle no entraña peligro como el que conlleva tirarse desde un edificio. Es peligroso a nivel de que hay que entrenar muy duro para no lesionarse. Es un deporte muy explosivo y las caídas pueden llegar a ser muy duras y agresivas; y al final el cuerpo se resiente. Pero como cualquier deporte, si lo haces por hobby no tiene por qué ser peligroso. El problema viene cuando se lleva a los extremos o al nivel de competición...
¡Buenos consejos! ¿Cuánto dirías que se tarda en aprender?
Se puede aprender en unas 8-10 horas si le echas ganas y le prestas atención a los profesores y profesoras. Así que, ya sabéis, ¡a buscar la escuela de kite más cercana!
Vamos a tu otro deporte, el wakeboard, menos conocido que el kite. ¿Puedes explicar un poco en qué consiste?
La verdad es que cuando explico a la gente los deportes que practico me suelo encontrar con la típica cara de “no tengo ni idea de lo que estás hablando”. Y sí, normalmente es más habitual cuando les hablo de wake que cuando les hablo del kite.
Cuando explico de qué trata el wake, suelo empezar preguntándoles si conocen el esquí náutico. Después les explico que es el mismo deporte pero practicado en un lago y que en vez de tirar de ti una barca, tira de ti una especie de telesilla como los de la nieve. Se usa una tabla prácticamente igual a la de kite y hay obstáculos como en los skateparks.
Así que, básicamente, mi deporte consiste en hacer trucos en el aire -como los trucos de freestyle del kite- y saltar sobre rampas y obstáculos. Bueno, y a parte de eso, hay otras muchas disciplinas y cada una es un mundo: kite en olas, race, boardercross, big air, freestyle, kitepark, foil, TTR…
¿Cuándo y cómo empezaste a interesarte por el wakeboard?
Creo que tenía 20 años. Estaba volviendo del campeonato de España de Kite en Murcia. Cuando iba dirección a Málaga me llamó mi amigo Brais y cuando supo que estaba por Almería, me comentó súper emocionado que tenía que venir a probar el wake, que allí había un cable muy guapo -el wasawake- y que tenía que ir sí o sí.
¿Cómo fue ganar el primer Campeonato de España de wake?
Para mí fue brutal, un sueño cumplido. Debo admitir que no éramos muchas chicas así que habrá gente que le quiera quitar mérito al asunto, pero la verdad es que hay un montón de chicas haciendo Wake en España y hay mucho nivel. Eso sí, pocas vienen a competir.
El Campeonato fue hace tres años en Benidorm. Toda mi vida había soñado con ser la mejor de mi país en algún deporte y por fin lo había conseguido. Además, ganar el Cto. de España significaba que había ganado también mi billete de avión al campeonato europeo que ese año se celebraría en Israel. Un momentazo en mi vida del que estoy muy orgullosa y que nunca olvidaré.
¿Cuándo y cómo descubriste que donde tendrías más éxito a nivel internacional sería combinando ambos deportes?
La verdad es que no es una cosa que haya pensado deliberadamente. Empecé a hacer kite y empecé a competir y cuando me introduje al wake también quise competir. Nunca quise dejar de hacer ninguno de los dos deportes, así que al final me encontré compitiendo en los dos. Fue muy natural.
Debo admitir que al principio no sabía lo complicado que iba a ser esto. Compaginar los dos deportes es muy complicado. Hay veces que las competiciones son en las mismas fechas y me toca elegir. Además no puedo entrenar 100% ni para un deporte ni para el otro y siempre voy intercalando. Pero de momento estoy contenta con lo que hago y no quiero dejar de hacerlo.
¿Cómo es tu día a día?
Pues la verdad es que no paro. Me levanto no demasiado temprano -odio madrugar y me sienta muy mal, necesito dormir muchas horas- y empiezo el día con una pequeña sesión de yoga para estirar mi cuerpo, sentirme a tope de energía y conectar conmigo misma. Desayuno, y dependiendo de si practico wake o kite, mi día transcurre de diferente manera.
Los días que planeo hacer kite los empiezo trabajando en el ordenador. Ahora mismo estoy haciendo bastantes trabajos de community manager, lo cual me ayuda mucho a poder llevar mi vida deportiva. Después de algunas horas de trabajo me voy a navegar, ya que el viento suele estar mejor desde el mediodía hasta la tarde.
Si me toca wake, me levanto muchísimo más temprano. Hago mis ejercicios de yoga a modo de calentamiento, desayuno, y me voy corriendo al parque ya que por la mañana hay menos viento y menos gente. Mejores condiciones para entrenar. Luego llego a casa y me pongo a trabajar. Aunque a través de mis redes sociales no lo parezca… ¡me paso el día corriendo de un lado a otro!
Pregunta difícil: si tuvieras que escoger tan solo un deporte de los que practicas… ¿con cuál te quedarías?
Respuesta fácil : ¡no puedo elegir! Estoy enamorada de los dos. Ambos deportes complementan mi día a día. Tengo la suerte de poder elegir si quiero ir a darme leñazos en agua salada o en agua dulce, si quiero que tire de mi una cometa o un cableski, si quiero pisar arena o césped… No cambiaría el “poder elegir” por nada del mundo.
La verdad es que he tenido dos momentazos. Uno cuándo gane la Triple S y el otro fue mi primera victoria en el Campeonato de España de wake. Ya os conté como fue el de España pero la Triple S… ¡Madre mía!
Fue el año pasado. No hubo viento durante prácticamente toda la semana del evento. Solo viento el primer día y medio o algo así, por lo que la competición se tuvo que acortar muchísimo y no supimos las puntuaciones hasta varios días después.
Recuerdo estar en la entrega de premios. El pódium se va nombrando desde el quinto puesto hasta el primero. Lo pasé fatal y sufrí muchos nervios pero… una emoción brutal, con lágrimas en los ojos, ¡se me salía el corazón por la boca! Recuerdo el “desde España y navegando para Duotone Kiteboarding, ¡JULIA CASTRO!”
Vamos a compensar ahora con alguno malo...
Malos momentos también he tenido bastantes. Soy muy competitiva y muy dura conmigo misma. No me perdono ni una, aunque con el tiempo estoy aprendiendo a mejorar eso. Recuerdo un momento desagradable tras mi operación de hombro. Decidí volver a darle una oportunidad al freestyle y fui a las calificaciones del Campeonato del Mundo en Francia. Pasé la primera manga de milagro, pasé la segunda manga bien y la tercera estaba complicada pero, podía pasar.
El formato de competición te permite volver a la playa, pensar la jugada y salir de nuevo a hacer tu truco cuando te toca el turno. Volví a la playa y un entrenador que andaba por ahí se acercó a decirme que por puntos ya había ganado y que, mi contrincante -mi gran amiga Rita Arnaus- no podía ganarme. Obviamente le creí, así que salí y hice cualquier cosa. Pues el tipo se había equivocado. A Rita aún le quedaba un truco y me pasó. Había perdido mi oportunidad de volver al mundial y lo que más me dolió fue que no había sido directamente por mi culpa -si es mi culpa, yo me lo guiso yo me lo como- pero fue por el error de otro.
¿Cuáles son tus aspiraciones/proyectos para el futuro?
Típica respuesta sería ser Campeona del Mundo, lo cual obviamente es mi aspiración máxima -junto con ir a los JJOO-, pero mi máxima aspiración ahora mismo es no cansarme. Entrenar tantas horas, tanta dedicación, tanto viajar, tanto estar constantemente asegurándome de que la rueda siga girando... ¡No es fácil! Me gustaría poder seguir haciendo deporte y compitiendo muchos más años sin perder la pasión y el amor que tengo por el agua.