¿Te imaginas vivir la sensación de surcar el interior de una ola montado en una tabla de surf desde la más pura inocencia? Este es el caso de Barrel, un chaval de 4 años que ya a su temprana edad puede “fardar” de haber hecho sus primeros “tubos” encima de una tabla de surf. Este chico pudo hacer realidad su sueño en una piscina de olas artificiales como el Kelly Slater Surf Ranch, mientras compartía tabla con su padre, el reconocido surfer Garret McNamara.

Según el padre del pequeño Barrel, la mejor manera de inculcar los valores de éste deporte nunca son a la fuerza. Él piensa en que lo mejor para un chico de su edad es vivir buenas experiencias sin forzar a nada y, después de que Barrel pasara unas semanas insistiendo, acabó consiguiendo subirse a una tabla y experimentar de primera mano el significado de atravesar un “tubo”, el significado de su nombre.

Pero como muchos sabemos, el surf no es una ciencia exacta y a veces las cosas se tuercen. Durante su experiencia, el pequeño Barrel empieza a tambalearse... pero el instinto protector de su padre acaba por salvarlo del casi inevitable chapuzón. ¡Quién pudiera tener, a veces, ése As en la manga!

Y qué As, puesto que McNamara, es conocido por romper en su día el récord mundial de la ola más grande jamás surfeada, en Nazaré (Portugal). Una leyenda que ha conseguido cabalgar algunas de las olas más grandes y peligrosas del mundo como la mítica y monstruosa Jaws e incluso un tsunami en Alaska.