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Salto BASE

Increíble: un saltador BASE graba cómo se estampa contra unas rocas y sobrevive

El británico Chad Smith grabó en vídeo su Salto BASE en los Acantilados de Dover. Milésimas de segundo evitaron que el impacto con las rocas fuera mortal.

Acantilados de Dover (Inglaterra, Reino Unido).
Pxhere

El salto BASE es un deporte actualmente de pioneros. Existen millones y millones de sitios desde los que todavía no ha saltado nadie. Uno de ellos eran los Acantilados de Dover (Reino Unido), frente al Canal de la Mancha.

Desde allí -unos 54 metros- saltó Chad Smith, un tipo de 27 años con más de 3.000 saltos en caída libre a su espalda y otros 230 en salto BASE, incluyendo uno desde el increíble Cabo Beachy (162 metros), un imponente promontorio calcáreo en la costa sur de Inglaterra.

Esta vez, pero, algo falló. Tal y como se puede ver en el vídeo de la cámara de acción que llevaba en el casco, Smith saltó y, en los 3 segundos que dura el salto, no consigue abrir el paracaídas -por error suyo- en el momento oportuno. Cuando ya parece que se estampa de cara contra las rocas, tan solo unas milésimas de segundo antes de tocar el suelo, el paracaídas se abre y mitiga una caída que de lo contrario hubiera sido mortal.

El salto se produjo el 28 de diciembre y según cuenta Chad Smith en The Sun, tras impactar contra las rocas sentía que perdía y recuperaba el conocimiento, que no podía respirar y ni notaba su brazo.

Sus amigos, a los que se les oye gritar en el vídeo, llamaron a los servicios de emergencia, que acudieron con un helicóptero y le trasladaron al King's College Hospital del sur de Londres. Allí pudieron ver que se había fracturado 4 vértebras y de la pelvis, pero que la suerte había querido que pudiera volver a andar.

Y así, 15 días después del accidente, Chad Smith saca a la luz su historia consciente de que si el salto hubiera tenido algún metro menos o hubiera tardado alguna milésima más en tirar correctamente del paracaídas, no podría contarla.

Eso sí. según explica al rotativo británico, tiene la intención de volver a saltar en cuanto pueda. Primero otra vez en caída libre, que es menos arriesgado; y luego pretende volver a los Acantilados de Dover a completar el salto que casi le mata, pero habiendo aprendido la lección de que en salto BASE no hay que relajarse nunca. Tampoco tras 230 saltos.