A partir de 800 dólares, Aquarobotman lanzó un Kickstarter para hacerse con un dron submarino llamado Nemo. Obtuvieron 92.000 dólares, un 280% de lo que pedían.

Así, decidieron lanzar el invento: un dron que se puede sumergir hasta 100 metros conectado por un cable que va directo a un router wi-fi y que permite controlar el artilugio mediante un teléfono o tablet; e incluso disfrutar de Realidad Virtual.

El dron captura fotos y vídeos en 4K, tiene una autonomía de 3 horas y es el fruto de 3 años de investigación tecnológica. Tres primaveras que han servido para desarrollar 4 populsores que funcionan en tándem y ofrecen una de sus mejores características: la estabilidad. Otra es que tiene una hélice silenciosa que reduce las burbujas e interfiere lo mínimo en la vida marina.

Según hablaron en Red Bull con Aquarobotman, la empresa pretende que Nemo sirva para que los niños puedan comprender y concienciarse más sobre cómo es el mar y la necesidad de cuidarlo. También, pero, que sirva para científicos y biólogos, pescadores o simplemente curiosos.

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