El Estado de Nueva York ha izado la bandera morada -vida marina peligrosa- en dos de sus playas por el ataque de un tiburón por primera vez desde 1948, cuando se registró el último ataque.

Una de las víctimas es un niño de 13 años, quien estaba bañándose tranquilamente en Atlantique Beach, 80 kilómetros al este de Manhattan. En el momento en el que sufrió el ataque, le sacaron rápidamente del agua y le quitaron un diente que el animal le había dejado incrustado en la pierna. Ya con el niño a salvo, las autoridades investigan si el diente es de tiburón, si bien apuntan también a que los indicios así parecen indicarlo.

Por la tarde fue el turno de una niña de 12 años, a escasos 7 kilómetros del primer ataque. En este caso se encontraba bañándose en la playa de Sailors Heaven, con el agua hasta la cintura, cuando notó un pinchazo en la pierna y vio "una aleta" de un tiburón que según su descripción, podría tener un tamaño cercano al metro.

Ian Levine, jefe del Departamento de Bomberos de Ocean Beach, explicaba que los ataques a seres humanos son "extremadamente raros" en Fire Island. De hecho, tan solo se han registrado 10 casos de mordeduras en todo el Estado desde que se recogen datos; y ha aprovechado para explicar de que a juzgar por la información que tienen, seguramente ambos ataques han sido de tiburones relativamente pequeños.

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