Australia destaca por muchas cosas, pero una de ellas es la belleza y variedad de fauna; y muchas empresas turísticas y de ocio han querido exprimir ese punto ofreciendo desde baños en jaula entre tiburones blancos a la mera observación en su hábitat natural.

El problema es cuando alguien quiere ir un paso más allá como la turista Melissa Brunnin en Dugong Bay (Western Australia), que quiso alimentarles de su propia mano... y tuvo el susto de su vida.

Tal y como se puede ver en el vídeo, la chica está ofreciéndoles comida cuando uno de los escualos la ataca y la arrastra hacia el agua. Por suerte, el tiburón decide no seguir tirando y sus acompañantes la ayudan rápidamente para que simplemente quede en un sobresalto con una fractura en un dedo y un esguince en un ligamento.

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