Ocurrió el 8 de noviembre del 2017. Rodrigo Koxa, como tantos otros surfistas de olas grandes, estaba aprovechando uno de los mayores swells de la historia llegados a Nazaré (Portugal).

En una de las bombas que rompieron ese día, el brasileño Rodrigo Koxa no se lo pensó dos veces y bajó por su pared. Entonces no sabía que unos meses más tarde, la gente de Guiness World Records y la World Surf League acreditarían que dicha ola -de 24,38 metros- era la más grande jamás surfeada, superando la de 23,7 de Garrett McNamara.

La foto de Pedro Cruz de dicha ola se llevó uno de los WSL Big Wave Awards, pero dado que es un récord del mundo, vale la pena verlo también en vídeo...

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