En cuestión de menos de un lustro los drones han entrado de lleno en el mundo de las grabaciones audiovisuales pasando de ser una herramienta aparatosa y costosa al alcance de muy pocos bolsillos a pequeños y hábiles objetos voladores capaces de grabar vídeos como este que os traemos a continuación.

Impensable creer hacer unos pocos años que sería posible grabar este tipo de vídeos de seguimiento con un dron tripulado remotamente —con gran destreza— por una persona. Y es que la prueba no podría ser más complicada, hacer un follow a Antoine Buffart en un trail de algún bosque perdido en la remota Nueva Zelanda.

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