Simmons da la campanada en San Juan para frustrar otro final al esprint
El estadounidense ataca en el último kilómetro, en el Circuito San Juan Villicum, para sorprender a los velocistas y llevarse el triunfo. Sam Bennett conserva el liderato.
No era la Ducati de Álvaro Bautista, ni la Yamaha de Toprak Razgatlioğlu, últimos ganadores del Gran Premio de Argentina que se celebra en el Circuito San Juan Villicum como parte del Mundial de Superbike desde 2018. Una Trek Madone fue la que cruzó primero la meta en el autódromo sanjunanino, la de un Quinn Simmons que dio la campanada sobre el enorme plantel de velocistas de la cita argentina. El estadounidense (21 años), uno de los jóvenes talentos de su país, sorprendió con un ataque antes de llegar al último kilómetro con el que no pudieron echarle el guante. Sam Bennett, que en el esprint de grupo fue batido por un Max Richeze que se habría retirado a lo grande, conservó el liderato con su tercer puesto.
En esta tercera etapa, otra pequeña vuelta de tuerca en lo que a la dureza de las condiciones se refiere. Calor extremo, con 40º, y sensación térmica superior en el asfalto del autódromo. Día de esos en los que apetece poco ser ciclista... Pese a ello, cinco valientes lanzaron su ataque con el banderazo de salida para establecer la fuga, nuevamente, con protagonismo latino: los argentinos Marcelo Méndez, Emiliano Contreras y Mauricio Domínguez, y los chilenos José Luis Rodríguez y Manuel Lira. Consentimiento absoluto del pelotón, que no estabilizó la diferencia hasta que ésta llegó a los 5 minutos. Después de muchos kilómetros de persecución, el grupo perseguidor, que parecía quedarse en tierra de nadie, acabó contactando para sumar tres integrantes más en cabeza.
Los equipos de los velocistas se vieron obligados a reaccionar paulatinamente para no comprometer sus opciones de esprint. Y ahí, por tercer día consecutivo, emergió la figura de Vinicius Rangel, único brasileño del World Tour que en la prueba argentina está encabezando el pelotón durante numerosos kilómetros para dar caza a la fuga. Gracias a las fabulosas condiciones de rodador del corredor del Movistar, la neutralización se produjo a 35 km de meta. Otro esprint asomaba en el horizonte...
No obstante, para beneficio del espectáculo, el guion no siempre se cumple. Con el grupo compacto -a pesar de una montonera en el pelotón sin consecuencias por un enganchón- y Evenepoel haciendo de avanzadilla en los últimos compases del Circuito San Juan Villicum, Simmons, el escalador de Durango, arrancó la moto con muchísima confianza. Y aunque le pisaron los talones sobre el arco de meta, no pudieron rebasarle, por lo que Simmons se convirtió en el segundo vencedor de etapa más joven en la Vuelta a San Juan, además del primer estadounidense que inscribe su nombre en una etapa de la carrera argentina. Como reconoció al término de la etapa, planificó la maniobra del triunfo el día anterior junto con su entrenador. A todos nos encanta que los planes salgan bien.