Vingegaard y la suspensión en París-Niza: “No deberíamos haber corrido en estas condiciones”

La cuarta etapa de la París-Niza con final en la subida en alto a La Loge des Gardes nos dejó una de las imágenes de lo que llevamos de temporada con la organización de la carrera frenando a los ciclistas a 46 kilómetros de meta tras la caída de una moto de carrera y en medio de una tremenda tromba de agua y granizo.

La neutralización de la carrera nos dejó numerosas imágenes curiosas cuando la fuga y el pelotón se agruparon como la de Jonas Vingegaard yéndose al coche del Visma para refugiarse del frío o la de numerosos corredores poniendo sus manos sobre los tubos de escape de las motos para entrar en calor.

El propio Vingegaard quiso referirse sobre lo sucedido a la conclusión de la etapa, asegurando que fue uno de los días más fríos que ha pasado sobre la bicicleta y cree que no se debería haber corrido con tanto frío en el tramo final. “Todos estaban congelados, todos estaban temblando, no podían sentir sus manos y sus caras, es uno de los días más fríos que he vivido. No deberíamos haber corrido en estas condiciones”.

Por su parte el portugués João Almeida, ganador de la etapa tras superar en el último kilómetro a Vingegaard, cree que no se tuvo que detener la carrera ya que la peor parte de la tormenta ya había pasado, en clara contraposición a las declaraciones del danés. “Lo pero ya había pasado por el mal tiempo, no había problemas de seguridad, así que no había motivo para parar. El ciclismo no es un deporte para gente débil, a veces hay que ser fuerte”

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