Van Aert da un recital portentoso en Dublín para estrenar su casillero en esta Copa del Mundo
El belga sufrió un percance con una lona publicitaria, pero aún así fue capaz de remontar para ganar en solitario con mucha superioridad. Sweeck, segundo, más líder. Pidcock fue tercero.
“Ahora os toca a vosotros”, parecía decir Mathieu van der Poel a sus dos máximos rivales, Wout van Aert y Tom Pidcock, tras firmar dos triunfos consecutivos en sus primeras apariciones en esta Copa del Mundo de Ciclocross. Este domingo, en la prueba de Dublín, el neerlandés decidió descansar, lo que aumentaba las posibilidades de ver un explosivo mano a mano entre el belga y el británico. No fue así. Van Aert tuvo la culpa al firmar una demostración de fuerza inalcanzable para cualquier mortal, ya que se llevó su primer triunfo en esta Copa del Mundo absolutamente sobrado a pesar de sufrir dos aparatosos percances en carrera que le obligaron a bajarse de la bicicleta, uno de ellos, por culpa de una lona publicitaria. En cuanto a la general, nuevo golpe encima de la mesa de su compatriota Laurens Sweeck, que cruzó meta segundo, por delante de Pidcock, y sacó tajada del discreto séptimo de Eli Iserbyt.
El trazado de Dublín ponía los pelos de punta porque reunía todos los ingredientes de máxima exigencia: barro, hielo, subidas a pie y una zona de arena de extrema dificultad técnica. El guion se cumplió, en lo que al dominio Pidcock-Van Aert se refiere, pero se hizo de rogar porque ambos se vieron taponados en la salida y perdieron posiciones. Rápidamente se vio que su facilidad en la pedalada estaba a otro nivel... Iserbyt, con ganas de recuperar terreno tras perder el liderato hace varias pruebas sobre Sweeck, hizo la primera selección entre los gallos, pero fue el actual líder quien provocó cortes más notables. Al inicio de la tercera vuelta llegó uno de los momentos clave, cuando Van Aert perdió el control de su bicicleta por un derrape de la rueda trasera, lo que le obligó a echar el pie a tierra tras impactar ligeramente con una valla publicitaria.
El prodigio del Jumbo-Visma se vio obligado a remontar, sin escatimar en vatios, tras rodar undécimo durante unos compases de carrera. La remontada parecía consolidada, pero cuando volvió a contactar con el grupo de cabeza llegó otro percance inesperado. Al paso por la zona de boxes, Van Aert limó demasiado las vallas y una lona publicitaria se le enganchó en el eje de la rueda trasera. Carrera a pie, hacia atrás, para cambiar de montura, y un océano sobre el que volver a remar. Pero los 15 segundos que le separaban de la cabeza, desmoralizante para cualquier mortal, no hizo sino espolear aún más a Van Aert, que sacó toda su furia en cada pedalada.
Apenas vuelta y media después, con dos todavía por delante, Wout estaba de nuevo con los mejores, codo a codo, pero ya no quiso especular... Metió una marcha más en cuanto se puso primero y no sólo alzó los brazos en línea de meta, sino que saboreó el triunfo en solitario con una superioridad insultante, aventajando en 20 segundos a Sweeck y casi medio minuto a Pidcock, sus acompañantes en el podio. Y agárrense, porque el próximo sábado volveremos a ver juntos a los tres ases del ciclocross en la cita de Val di Sole (Italia). Que siga la fiesta...
General de la Copa del Mundo (9 de 14 rondas)
1º Laurens Sweeck (BÉL) - 266 puntos
2º Eli Iserbyt (BÉL) - 249
3º M. Vanthourenhout (BÉL) - 225
9º Mathieu van der Poel (PBa) - 80
16º Felipe Orts - 76