“Ullrich y yo éramos los más grandes del ciclismo en una generación de mierda”
Lance Armstrong y Jan Ullrich concedieron una entrevista a Zeit Magazin en las que repasaron sus carreras y cómo surgió su amistad.
Lance Armstrong y Jan Ullrich han vuelto a demostrar la gran amistad que mantienen ambos después una brutal rivalidad sobre la bicicleta en el Tour de Francia marcada también por la sombra del dopaje que manchó la carrera de ambos corredores.
Armstrong y Ullrich han vuelto a dejar patente su buena relación actual concediendo su primera entrevista conjunta a Zeit Magazin, la revista del diario alemán Die Zeit.
Una entrevista en la que Ullrich reveló las impresiones que le genera Armstrong. “¿Si Armstrong y yo terminaríamos siendo amigos? Por el amor de Dios, no. No podría haberlo imaginado, pero nunca me interesó mantener amistad con el resto de ciclistas. Cuando conocí a Lance me di cuenta que es diferente a su imagen. No es frío ni arrogante y tiene un corazón enorme”.
Un Armstrong que también manifestó que el alemán era uno de los pocos ciclistas del pelotón con los que tenía trato. “Que odiaba al resto de ciclistas es mucho decir. Pero luego cuando ves a Jan con otras personas es agradable, no finge. Me encanta su personalidad, es amigable y generoso. Y es todo lo contrario a mí, un tipo muy agradable. No soy así salvo en mis círculos más cercanos”.
Armstrong también reveló cómo le ayudaron los duelos con Ullrich para ser mejor ciclista. “Di lo mejor de mí gracias a Jan. Pasé noches sin dormir por su culpa y eso se traslada a todo mi equipo. Durante años fue una de las personas más importantes de mi vida. Solo tenía este rival. ¿El resto? No les tomaba en serio. ¿Si le tenía miedo? ¿Tú que crees? Cuando veía fotos suyas en primavera preguntaba: ‘¿Ha engordado en invierno? ¿Cómo puede estar tan en forma? Era una obsesión.
Por su parte Ullrich repasó cómo fue el inicio de su amistad después de la victoria de Armstrong en el Tour de Francia 2005, el último de sus siete Tours antes de perderlos tras destaparse el dopaje del texano. “¡El siete veces campeón del Tour de Francia se paró delante de mí! Cuando Lance me pidió que fuera a su fiesta de despedida lo dejé todo. Entré en esa sala con 700 personas, se hizo el silencio y alguien nos pasó un micrófono. Nuesta amistad empezó esa noche”.
Armstrong también aprovechó la entrevista para reivindicar su figura y la de Ullrich y cómo ellos y Marco Pantani fueron señalados por dopaje mientras otros ciclistas sí pudieron volver a competir con normalidad. “Jan y yo éramos iconos en nuestros países. Yo porque había superado el cáncer e inspiré a muchas personas. Jan porque fue el primer alemán en ganar el Tour. Suena poco modesto, pero éramos los más grandes del ciclismo a nivel mundial y éramos parte de esa generación de mierda. Mientras el resto de ciclistas que se doparon pudieron seguir trabajando, a Jan, a mí y a Marco Pantani se nos trató de forma diferente. Ese es el precio que pagas cuando eres el mejor en un deporte, eres un símbolo. Me llevó 10 años de lucha salir de este agujero. Eso fue duro. Y por eso no dejé solo a Jan cuando se sentía mal”.
Un Armstrong que también habló sobre su ‘rescate’ a Jan Ullrich cuando el alemán estuvo a punto de perder la vida en Cuba en el año 2018 tras recaer en su adicción a las drogas y el alcohol. “Pantani ya había muerto entonces y no podía soportar perder a otro de nosotros. No salvé a Jan, le salvó su amigo Mike Baldinger y luego él me llamó, y me dijo ‘Lance, ¿puedes venir? Se trata de la vida de Jan’. Me dijo también ‘Tú eres el único al que Jan teme. Mucha gente lo ama y quiere ayudarle, pero sólo a ti te respeta lo suficiente’. Salí en avión al día siguiente. No sabía qué esperar, pero amo a este hombre. Me rompió el corazón que se sintiera tan mal y sentí que podía confiar en Mike”.
Por su parte Ullrich reveló cómo Armstrong le ayudó a dejar atrás estos episodios oscuros para evitar caer de nuevo en sus adicciones. “Lance hizo un trabajo increíble entonces. Vino a la clínica y habló con los médicos y logró motivarme para que me mantuviera abstemio. Y entonces me eché a llorar. Me dijo: ‘Tienes hijos, ellos te necesitan, no desperdicies tu vida. Recuerda lo que le pasó a Pantani’. Lance realmente me hizo reaccionar”.
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