Thibau Nys destrona a Van Aert en Benidorm
El prodigio belga (22 años) sucede en el palmarés de la prueba española a un Van Aert desfondado que acaba 4º. Orts, en su mejor versión: 6º.

Juan Mari Guajardo puso la voz. Miguel Indurain, que tampoco quiso perdérselo, el caché. Y Thibau Nys, el espectáculo, para deleite de las 16.000 personas que abarrotaron el circuito de la Copa del Mundo de Benidorm en su tercera edición. Un belga subió a lo más alto del podio, pero no el máximo favorito y defensor del título, un Wout van Aert que no estuvo súper y que tras desfondarse en la última vuelta quedó fuera del podio (4º), al que se subieron Eli Iserbyt y Laars van der Haar. Es el primer triunfo de Nys (22 años) en la Costa Blanca, un prodigio de la bicicleta que ha heredado el talento natural de su padre, el legendario Sven Nys, bicampeón mundial de ciclocross. Felipe Orts, aclamado como nadie en casa, firmó su mejor posición de siempre en esta cita: 6º.
Si hablásemos de motocross, diríamos que Niels Vandeputte firmó el holeshot, al hacerse con la primera posición tras la primera curva. A su estela, sumamente atento, el ídolo local, Orts, inmutable a pesar de que tuvo que hacer un cambio de bici un par de minutos antes de la salida. El de Villajoyosa tenía clarísimo el planteamiento, tanto que ya en la primera vuelta pasó a liderar la carrera. Mientras tanto, Van Aert, que partió en mitad de la parrilla al no contar con tantos puntos UCI como los ciclistas asiduos a la Copa del Mundo, ganaba posiciones lentamente, pero con paso firme. Al término de la primera vuelta, el belga era 19°.
Quedaba un mundo, pero también un océano que remar. También obstáculos que superar, como tablones, escaleras y areneros. Peligro constante… Y sin margen de error. La carrera no se rompía, con el grupo de cabeza tan numeroso como estirado a pesar de los intentos de Iserbyt y Vanthourenhout. El sonido de campanas retumbaba. La afición belga rugía: “¡Wout, Wout, Wout, Wout, Wout!”. Grito de guerra. Y no era para menos. La toma de dron, como el algodón, no engañaba: Van Aert remontaba posiciones en la zona de subida a velocidad supersónica. Un Formula 1 contra motores GP2. La distancia entre el belga y sus rivales, tanto visual como en segundos, era un suspiro en el ecuador de carrera.
Vanthourenhout, Iserbyt, Van der Haar, Ronhaar, Nys, Vandeputte, Orts y… Van Aert. Ya estaba ahí, entre las hienas, a falta de tres giros. El guiso se cocinaba a fuego lento, hasta que la olla exprés estalló. Van der Haar atacó por sorpresa y abrió hueco, a excepción de un Iserbyt que se soldó a su rueda. La situación se le iba de las manos momentáneamente a Van Aert. El rey podía quedar destronado contra todo pronóstico. Pero… Penúltimo paso por la subida, y rememorando a la icónica imagen que dejó Van der Poel en 2024, el del Visma cerró el hueco con una potencia descomunal. De tercero a primero en 300 metros. Puñetazo encima de la mesa.

Pero el ciclocross es muchas veces efímero, volátil, y el liderato de Van Aert fue fugaz por un percance que le relegó a la quinta plaza. Volver a empezar, y solo una vuelta por delante. Quedaba una bala en el cartucho, y tocó gastarla en la subida. A Van Aert no le llegó la gasolina para alcanzar a Nys, cuya ventaja ya era insalvable para el resto tras atacar en el momento preciso, incluso, para un Wout que se la jugó al todo o nada para acabar desfondado, y sin podio. Su compatriota Nys, y quién sabe si su sucesor, está llamado a marcar una época sobre el barro, como antaño hiciera su padre. Familia de campeones.
Triplete de Van Empel
Misma vencedora, casi idéntica resolución. Por tercer año consecutivo, Fem van Empel se llevó la victoria en la prueba élite femenina, demostrando que tiene tomada la medida al circuito de la Costa Blanca. Empleó la misma táctica que en 2024, lo que le llevó a esperar al último sector del circuito para lanzar el ataque definitivo que le dio la victoria. Eso sí, no sin emplearse a fondo hasta el último metro de un esprint agónico frente a la líder de Copa del Mundo, Lucinda Brand.
Como era de esperar, el desarrollo de la carrera fue en grupo, con las máximas favoritas copando las primeras posiciones. Hasta dos vueltas del final no varió el guion, momento en el que se consolidó un terceto en cabeza con Brand, Van Empel y Blanka Vas, otro talento multidisciplinar que combina la carretera con el ciclocross.
No consiguieron abrir hueco, por lo que en la última vuelta todas se reagruparon. Brand tomó la delantera en la última zona de bajada, pero Van Empel se la devolvió en el sector final, donde adelantar es imposible, para ganar unos metros que en la recta de meta fueron fundamentales. La luxemburguesa Marie Schreiber, una de las revelaciones de la temporada, cerró el podio, mientras que Sofía Rodríguez, que estrenó su maillot de campeona nacional, fue la mejor española (24ª).

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