¿Quién era Zaaf, el ciclista argelino que da nombre al nuevo equipo femenino?
La figura de Abdel-Kader Zaaf da nombre al nuevo equipo español de ciclismo femenino. Protagonizó una recordada anécdota en el Tour de 1950.
El pelotón amanecía este martes con la noticia de la creación de un nuevo equipo femenino con base y licencia española: el ZAAF Cycling Team, una escuadra que competirá en las grandes citas del calendario y que tendrá como jefa de filas a Audrey Cordon-Ragot, la actual campeona de Francia. Pero, ¿de dónde viene el nombre de Zaaf?
El equipo toma el nombre del ciclista Abdel-Kader Zaaf, una de las primeras figuras del ciclismo del norte de África en brillar sobre las carreteras del Tour de Francia. Zaaf, nacido en la localidad argelina de Chebli en 1917, empezó a competir bajo bandera francesa y se dio a conocer en el Tour de 1950, donde logró el quinto puesto en Perpiñán en la duodécima etapa de aquella edición antes de protagonizar en la etapa siguiente una de las anécdotas más curiosas de la historia del Tour.
En la decimotercera etapa camino de Nîmes, Zaaf se marchó en fuga con su compañero de equipo Marcel Molines en una etapa marcada por el calor extremo, llegando a alcanzarse temperaturas de 40 grados. Sin embargo, en el tramo final de la carrera y cuando él y Molinès acariciaban la victoria, Zaaf cogió una botella para avituallarse que le dio un vendimiador que en lugar de agua contenía alcohol o vino, lo que hizo que Zaaf cayese dormido en plena etapa. El público advirtió a Zaaf de que se acercaba el pelotón y, tras despertarle, el ciclista echó a rodar en el sentido opuesto a la carrera y estuvo cerca de chocar con el pelotón. Tras este incidente Zaaf fue obligado a abandonar la carrera y trasladado al hospital para comprobar su estado de salud. Otra versión de los hechos apunta a que el desfallecimiento se debió al consumo de anfetaminas de Zaaf durante la etapa y que éste fue despertado con vino por esos vendimiadores.
Tras este episodio Zaaf pasó al equipo Terrot en 1951, consiguiendo un quinto puesto en la penúltima etapa del Tour de Francia de ese año con final en Dijon, en una jornada en la que llegó con opciones de victoria al esprint, antes de brillar en pruebas del norte de África ganando tres etapas en el Tour de Marruecos entre 1952 y 1955 y una etapa en el Tour de Argelia de 1953. Una historia pintoresca de uno de los primeros corredores norteafricanos que brilló en el Tour de Francia.