Primoz Roglic: “La Vuelta para mí es especial”
El esloveno (35 años) es el hombre-récord de La Vuelta con sus cuatro éxitos: 2019, 2020, 2021 y 2024. Añade el Premio AS un excelso y brillante palmarés.
Primoz Roglic salió de su zona de confort en este 2024. Después de ocho temporadas en el Jumbo (equipo con el que saltó al World Tour en 2016 procedente del Adria Mobil esloveno), el actual Visma, el esloveno aterrizó en el Red Bull Bora. A sus 35 años, es uno de los mejores corredores del pelotón, y todavía tiene cuerda por delante, como avisan en su equipo, ya que su llegada al ciclismo fue más tardía respecto a otras estrellas porque él practicaba saltos de esquí. En este 2024 registró 57 días de competición y, entre sus victorias, hay una que luce con luz propia: La Vuelta. Además, la victoria en esta edición supuso entrar de lleno en los libros de oro en la historia de la carrera, ya que, con cuatro (2019, 2020, 2021 y 2024) nadie tiene más. En el Critérium de Singapur, celebrado hace escasas semanas, vestía una camiseta de ‘El Rey de La Vuelta’. Antes de hablar con AS del Premio que este periódico le otorga en su edición de 2024, el esloveno tuvo una pregunta para AS: “¿Hay alguna manera de que, a través de mi Fundación, pueda ayudar a los afectados por la DANA en Valencia?”.
Recibe el Premio AS del deporte por su trayectoria y por lo conseguido en La Vuelta, de la que AS es el medio oficial, donde es el corredor más laureado.
Es un honor y un orgullo recibir este galardón, así que estoy muy agradecido por estar entre los elegidos.
¿Qué significa La Vuelta para usted?
Para mí es especial por todos los éxitos que he conseguido en ella. En cuanto a resultados, no hay otra mejor (además de las cuatro generales, suma quince victorias de etapa y siempre ganó alguna desde 2019, su primera participación). Me gusta, pero no deja de ser siempre una carrera muy exigente. Cada año hay grandes cimas, etapas de todo tipo, perfiles duros, gente entusiasmada, calleas abarrotadas… correr La Vuelta es genial.
¿Su mejor momento de esta edición de 2024?
Es difícil escoger uno, porque toda la carrera, todos los días, fueron una locura desde el inicio hasta el final. No fue hasta Madrid, en los kilómetros finales, cuando puede, por fin, tranquilizarme después de tanta exigencia. Tuvimos varios problemas en el equipo que pudimos superar y el lograr una victoria así fue algo hermoso.
En el Tour sufrió una fuerte caída que le obligó a abandonar. ¿Cómo cambió el chip para La Vuelta?
Estaba muy decepcionado por el Tour y pasaron muchos pensamientos por mi cabeza. No era fácil cambiar ese chip. En un primer momento, no quería ni tocar la bicicleta. Tenía mucho dolor (principalmente en la espalda, y así llegó a la salida de La Vuelta en Lisboa en agosto). Con el equipo (Red Bull Bora) decidimos preparar el siguiente reto, que era La Vuelta, y fue algo que me ayudó a salir adelante. Un nuevo objetivo por el que trabajar.
En la sexta etapa de La Vuelta, camino de Yunquera, perdió el liderato con Ben O’Connor… que se vistió de rojo con una ventaja de 4:33 respecto a usted. ¿Qué pensó en ese momento?
Todos sabían que queríamos permitir cierta ventaja, dar el maillot unos días por así decirlo, pero tal vez fue demasiado. Tras la ventaja de Ben nuestro plan no cambió. No hicimos muchas preguntas internamente, sino que nos centramos en dar lo mejor de nosotros. Sabíamos que O’Connor es un gran corredor, con buenos resultados en grandes vueltas (4º en el Tour 2021 y en el Giro 2024), y era un desafío para nosotros poder rebajar todo ese tiempo. Al final él terminó segundo, lo que habla de su nivel. Camino de Yunquera no fue un día, ni mucho menos, de risa. Al menos yo no tenía muchas más fuerzas.
¿Esta Vuelta, la cuarta gana, es la más especial?
No necesariamente. Obviamente fue muy especial, hermoso, algo que no imaginaba, pero todas tienen grandes momentos. Por ejemplo, en la primera, en 2019, teníamos en el Jumbo un equipo en el que la mitad de los corredores nunca habían corrido juntos, y hacerlo en aquella Vuelta y ganar con ese ambiente fue increíble.
Nadie ha ganado cinco Vueltas…
¡Eso es muy fácil escribirlo en el periódico (entre risas)! La realidad es que lo que ya está conseguido es increíble y todo lo que pueda llegar en estos momentos será especial.
¿Vendrá a la carrera en 2025?
Es pronto aún. Tal vez las cosas que realmente no planeas acaban funcionado mejor. Todavía no hemos planeado nada. No hemos hablado aún ni del Tour de Francia (el equipo se concentra en diciembre en Palma y definirán los objetivos de la temporada).
¿Cuál es su lugar favorito de España para entrenar?
La verdad que entreno por todo el mundo. Por ejemplo, España tiene grandes sitios, y de hecho allí haremos la concentración del equipo (como la gran mayoría), y es cierto que hay grandes recorridos y buen clima, pero cualquier sitio es bueno en general para entrenar. En Eslovenia, en Mónaco (donde reside)… lo importante es que, sea donde sea, esté feliz sobre la bici.
¿Cómo valora su primer año en el Red Bull Bora?
Fue genial. Un año con muchos desafíos y una gran temporada, por lo que estoy orgulloso de cómo nos fue. Ahora estamos avanzando, y todavía tengo incluso que conocer a más gente dentro del equipo. Era todo completamente nuevo para mí... salvo mi entrenador. El adaptarse es un proceso que necesita tiempo. Son unas 100 personas, y no se construye la confianza desde el primer día: entrenamientos, carreras... sumando es cuando más conectas.
Tiene dos hijos. ¿Le gustaría que también fuesen ciclistas como el padre?
No soy yo el que elegirá, sino que ellos decidirán lo que quieren hacer. y si quieren estar rodeados de bicicletas o no. Yo empecé a hacer esquí porque mi vecino era un entrenador, me dieron un kit y probé. Las cosas siempre suceden por algunas razones. Sea lo que sea estaré ahí para apoyarles, como si quieren ser músicos. En mi caso, espero estar conectado al deporte.