Pogacar se saca un truco de la chistera para cumplir su promesa

Un día más en la oficina. Así fue el martes de Tadej Pogacar, sonriente desde primera hora ya en el control de firmas en Busto Arsizio, subido al podio y saludando teniendo al español Pablo Torres, compañero suyo en el UAE, al lado. El de Vicálvaro vio de cerca otra victoria ilustre de su compañero, un Tadej que suma su 19ª victoria de la temporada, la primera (y única) de 2025 que será fuera del World Tour. Lo hace en la clásica italiana de los Tres Valles Varesinos, prueba que no se pudo completar en 2024 por el fuerte temporal. En ese momento, Tadej dio su palabra a los organizadores de que regresaría. Lo hizo y, claro, fue para ganar.

Y, diferente a lo acostumbrado hasta el momento, y también para probar cosas nuevas, Pogacar ganó de una manera distinta: ¡atacando en un descenso! A falta de 21 km, cuando su compañero Del Toro ya había dejado seleccionada la carrera, el mexicano puso de su parte en la bajada estando en el grupo, Pogacar se puso al frente, ganó unos metros y... adiós. Simmons (se quejó de la moto que estaba delante de Tadej) miraba al resto del reducido grupo sin dar crédito. Diez segundos, veinte, treinta... ya no había nada que hacer, como era de esperar.

El campeón del mundo tuvo tiempo de sobra para celebrar en meta. Una más en un año mágico. Y eso que esta clásica, con 200 km y repleta de cotas, tuvo varios protagonistas desde primera hora, destacando a Egan Bernal, que se movió a 80 km de meta, y el italiano Milesi, del Movistar, que dio un gran salto en esta segunda parte de la temporada. Fue a falta de 28 km cuando Del Toro hizo su movimiento. A su rueda llevó a Eulalio, Lafay y, claro, a Pogacar, el último y sin apretar. Por delante estaban Bernal, Milesi y Simmons, atrapados rápidamente.

Poco después, en la citada bajada, el campeón del mundo, y de Europa, sí apretó. Cambiando el guion. El grupo perseguidor fue neutralizado por el pelotón y segundo terminó el danés Whiten Philipsen con Alaphilippe tercero. Ion Izagirre, 10º, el mejor español. Mientras, Pogacar ya tuvo tiempo de saludar a la numerosa afición presente. Y el sábado, el Giro de Lombardía para cerrar su 2025. Es una carrera en la que se ha impuesto en los últimos cuatro años. ¿En qué momento atacará? Sigue retando a la Historia.

A rematar el año triunfal

Al acabar, Pogacar, explicó la forma en la que vivió esta victoria. “El plan era esperar hasta la última vuelta y llegar bien posicionados. Tudor decidió ir a fondo, muy pronto, y abrieron la carrera desde lejos. Del Toro y yo atacamos en una de las subidas. Era una muy buena situación, estábamos en el grupo delantero, sabíamos que nadie iba a colaborar demasiado con nosotros, así que cuando vi que tenía una pequeña ventaja en el descenso, apreté después de las rotondas en el tramo plano. Sabía que, incluso si me vaciaba completamente, todavía estaba Isaac detrás (acabó octavo), que podía ganar la carrera desde el grupo o incluso en solitario. Así que era una situación realmente buena y lo conseguimos.

Obviamente, ahora es una temporada larga, pero Lombardía es el gran objetivo y tengo una motivación extra para hacerlo muy bien. Además, es un Monumento, una de las carreras de un día más importantes del calendario, así que las piernas deberían responder bien el sábado. En la prueba femenina la victoria fue para la italiana Longo Borghini, que se impuso en un vibrante mano a mano a Demi Vollering. La suiza Ruegg cerró el podio.

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