Oier Lazkano vence en Pradoluengo desde la fuga y Roglic sigue líder

Un final en cuesta donde tantas y tantas veces hemos visto su imponente rush. Sin embargo, no fue Primoz Roglic quien alzó los brazos en Pradoluengo, localidad donde concluía la cuarta etapa de la Vuelta a Burgos 2023. Ahí se impuso Oier Lazkano (23 años), quien consiguió desde la fuga su cuarta victoria de la temporada, la primera de su palmarés en la ronda burgalesa. “Todavía no he conseguido nada”, decía el corredor del Movistar a AS esta semana, con absoluta humildad a pesar del buen año que está firmando, el de su consagración en la élite del ciclismo con méritos tan importantes como el podio en A Través de Flandes (2º), su título de campeón de España de fondo y este triunfo en Burgos. No fue un éxito cualquiera. Con suma clase remató una escapada de tremendo nivel ante corredores que ya sabían lo que era ganar etapas en grandes vueltas, como Santiago Buitrago y Jay Vine.

La jornada, de 157 km y tres puertos puntuables, presentaba un recorrido quebrado perfecto para las escapadas. Había opción de victoria. En los primeros kilómetros, nueve corredores ganaron terreno con el beneplácito del pelotón. Joan Bou, Oier Lazkano y un Raúl García Pierna que repetía presencia en fuga por segundo día consecutivo, como representación española, mientras que un invitado inesperado se filtró en el grupo para hacer trabajar al equipo del líder. Era Vine, que tras sufrir una caída en el descenso del Picón Blanco contaba con casi 5 minutos perdidos, por lo que el Jumbo se vio obligado a estabilizar las diferencias en cabeza de pelotón para que el australiano no se convirtiera en un peligro de cara a la etapa reina.

Quedaba la duda, ¿estaba Roglic interesado en pelear por la victoria? En el tramo final de etapa se vio que no. El Jumbo se dedicó a contemporizar, manteniendo unas diferencias con la fuga cercanas a los 2 minutos. Salvar el día, pero sin quemar naves. Así pues, los nueve fugados llegaron a la última dificultad: la ascensión a Acebel-Vizcarra (2,1 km al 5,4% de promedio). Tímido intento de Brambilla que quedó en nada. Lo mismo para García Pierna, que en su contraataque se pasó de largo en un giro cerrado a izquierdas. Una sucesión de curvas precedían a la meta, por lo que la colocación sería fundamental. Lazkano lo interpretó a la perfección. Aceleró y soltó a casi todos, a excepción de un Buitrago que intentó adelantarle por dentro en la última curva. Casi se tocaron, pero el español prevaleció para darle al Movistar la 14ª victoria de la temporada.

“Ganar con el maillot de campeón de España en casa, encima tan cerca de Álava, aquí en Burgos, en una carrera tan bonita… Es algo precioso. El año pasado, en una jornada con un final parecido a este como el de Clunia, parecía que se podía llegar al esprint y acabó llegando la fuga, así que teníamos decidido que queríamos ir a la escapada. Conocía bien el primer puerto —Cubilla—, porque me pilla cerquita de casa, e intenté estar ahí. Me habría gustado intentarlo en el tramo final desde antes, pero pegaba mucho viento de cara y era inmolarse. Habría que afrontar el esprint y lo hacía con confianza, porque sabía que entrando primero en la sucesión de cuatro curvas finales tenías todas las opciones, y así ha sido”, explicó Lazkano al término de la etapa sobre una lectura de carrera simplemente perfecta. Este sábado, etapa reina con final en las Lagunas de Neila, donde Roglic defenderá 33 segundos sobre Vlasov y 38 respecto a Adam Yates.

Resultados y general de la 4ª etapa

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