Merlier vence en un caótico esprint para liderar el UAE Tour
Gaviria acaricia el triunfo, pero lanza el esprint desde demasiado lejos y Merlier le supera a 50 metros de meta. El belga, primer líder. Bilbao bonifica 1″.
En este debate suele haber consenso: Jasper Philipsen es el mejor esprínter del planeta en la actualidad. Sin embargo, hay dos que a estas alturas del año ya figuran como los velocistas más en forma de la temporada. Uno, tras labrarse una reputada trayectoria en la pista, evoluciona a pasos agigantados en esto de las llegadas masivas. El otro está recuperando su mejor versión. Ellos son Sam Welsford y Tim Merlier, que durante esta semana forman parte de la excelsa nómina de velocistas que presenta el UAE Tour. El gato al agua, junto al primer liderato, se lo llevó el belga del Quick-Step, que consiguió su tercer triunfo de la temporada (dos en el AlUla Tour) y también el tercero en su cuenta particular en la ronda emiratí. Fernando Gaviria estuvo cerca de darle una alegría al Movistar, pero volvió a precipitarse, como tantas veces le ocurrió el curso pasado, y se quedó vacío tras ir en cabeza a falta de 50 metros.
La primera toma de contacto con esta segunda carrera por etapas del World Tour (tras el Down Under) ofrecía una jornada llana, de 141 km, pensada para el lucimiento de los velocistas. Eso sí, con matices. Rachas de viento de hasta 30 km/h podían invitar a la formación de abanicos, mientras que la llegada a Liwa, con un repecho de 500 metros en torno al 6% de promedio, podía dar juego. Durante gran parte de la jornada, el protagonismo se lo llevó el equipo Corratec, que formó la escapada con dos de sus hombres: Marco Murgano y Mark Stewart. Gracias a un viento favorable, los corredores completaron la primera hora de carrera a un promedio de 49 km/h. Vuelo raso.
Hubo pocas noticias hasta la resolución, con una caza de los fugados que se cocinó a fuego lento. A destacar, la figura de Markel Beloki (18 años), una de las grandes promesas del ciclismo español que después de su debut profesional en la Challenge de Mallorca del pasado enero defendía por vez primera los colores del EF Education en una vuelta por etapas. A 23 km de meta, Pello Bilbao dejaba claras sus intenciones para esta semana: ha venido para ganar. Al paso del pelotón por el último esprint intermedio del recorrido, esprintó por sorpresa para adjudicarse un segundito de bonificación. Renta exigua, pero mejor a favor que en contra.
Justo después, a 20 km de la llegada, Stewart decía adiós como último superviviente de la fuga. Los equipos iban tomando posiciones de cara al esprint. Una lástima no presenciar un desenlace con algo más de picante, pero el dios Eolo fue benévolo con ese viento favorable para los ciclistas. La volata fue todo lo contrario. Un caos. Varios cambios de dirección muy peligrosos provocaron una caída masiva en recta de meta, con algunos muy malparados, retirándose en ambulancia, y otros finalizando a duras penas, como un Harold Tejada que acabó la etapa remolcado en la bici de su compañero Gazzoli. Por delante, ajenos a todo esto, Molano arrancó desde su casa, seguido de su compatriota Gaviria. Parecía que el del Movistar, que tomó la delantera, alzaría los brazos, pero se quedó sin gasolina a falta de unos 50 metros. Merlier emergió desde atrás para vencer con claridad. Este martes, primera etapa decisiva: crono individual de 12 km para puros especialistas.