La alternativa Adrià: “Tendremos que jugar nuestras cartas”
Con Ayuso como líder de España, Roger se postula como otra baza en función del desarrollo de la prueba en Ruanda. “Puedo mejorar el 11º de 2024”, dice a AS.
Roger Adrià (27 años) es ya todo un veterano en lo que a Mundiales se refiere. El catalán, afincado en Andorra, disputará su quinta cita de este tipo con España, todas ellas de manera consecutiva. Su mejor balance es el 11º puesto que logró en 2024. En las próximas semanas cerrará una etapa de dos temporadas en el Red Bull Bora para poner rumbo al equipo Movistar. Será en el Tour de Guangxi de China, en octubre, cuando cierra ese capítulo de su carrera deportiva. Antes, en Ruanda, tiene una misión importante. Juan Ayuso es el líder de España, pero Roger apunta a ser la alternativa en función de cómo se desarrolle la carrera. Después, a la siguiente semana, hará el Europeo en Francia. En Navacerrada, en la casa rural en la que se concentró la Selección esta semana antes de partir al país africano, Adrià habla con AS.
Suma 53 días de competición en 2025, con victoria de etapa incluida en la Vuelta a Burgos y 3º en los Nacionales. ¿Cómo se siente?
Bien. Es cierto que fueron unos meses raros por no ir a La Vuelta, pero me centré en preparar de la mejor manera posible tanto el Mundial como el Europeo. Veré el nivel real el domingo. Traté de hacer todo lo posible para llegar de la mejor manera.
¿Iba a La Vuelta y le dejaron fuera?
Sí. En principio iba a ir y luego al final dijeron que nada, por lo que tocó buscar nuevos objetivos.
¿Lo llevó bien?
Fue difícil aceptarlo, pero rápido cambié el chip y me enfoqué en el Mundial y el Europeo.
¿En qué momento le llamó el seleccionador, Alejandro Valverde, para decirle que contaba con usted?
Después de los Nacionales (a finales de junio en Granada, cita en la que Valverde estuvo presente) hablamos. En cuanto supe que no hacía La Vuelta me presté a la Selección al máximo.
¿Y cómo preparó este Mundial?
Al ser una carrera con tantos condicionantes, destacando la altitud y el calor, intenté asemejar esas condiciones en casa. Hipoxia, entrenamiento de calor… es similar a preparar un Monumento, pero añadiendo los extras que nos encontraremos en Ruanda.
¿Con quién suele salir a entrenar?
Pues por ejemplo bastante con Marc Soler (también en la concentración de España para el Mundial) y Urko Berrade. Solemos quedar varios amigos.
Tiene una amplia trayectoria mundialista. ¿Le motiva el haberse visto entre los mejores especialmente el pasado año?
Sí. Me motiva mucho el gran nivel del año pasado. De hecho, creo que el resultado (11º) fue muy poco para las piernas que tenía. En ciertos momentos no corrí bien, también al final porque yo no era la baza de la Selección y no fui guardando nada antes que digamos. En la última vuelta lo pagué, pero para este Mundial me vendrá bien esa experiencia.
Ayuso es el líder del equipo pero, ¿se ve como alternativa?
Este año me veo más situado en el equipo. El año pasado estaba repleto de estrellas como Enric Mas, Landa, Carlos Rodríguez, Bilbao, Aranburu, el propio Ayuso… yo era el que menos palmarés y nombre tenía, así que entendía mi posición. Este año tenemos un gran equipo también y veremos la forma en la que afrontamos la carrera. No es tan cerrada como para correr solo para una persona porque es una prueba tan dura que al final las piernas rápido te pondrán en su sitio. Tendremos que jugar nuestras cartas.
¿Algún corte? ¿Anticiparse?
Exacto. Hay que buscar esa manera de correr. Se está viendo en los últimos años. Si te esperas que se muevan corredores como Pogacar o Evenepoel posiblemente vayas al matadero, por eso cada vez hay fugas tan tempranas con gente tan fuerte. Hay que intentar estar en esos movimientos.
¿Y cómo es tener a Valverde de seleccionador?
Es raro. Ha estado compitiendo hasta hace poco siendo uno de los mejores del mundo y de la historia, y además muchas carreras que ganaba él, como Lieja, Flecha… son con las que yo sueño. Es increíble y, sobre todo, una persona de la que se puede aprender mucho, básicamente porque es alguien que ha ganado un Mundial.
Tiene 27 años. Obviamente, aún es joven, pero en este ciclismo tal vez no tanto.
Eso es. Mi generación antes apenas corría fuera de España. De últimas fuimos a carreras como el Giro Sub-23, pero era todo muy cerrado en el País Vasco y Copas de España. Costaba evolucionar. También es cierto que antes teníamos una vida normal de adolescente, sin tanta presión como hay ahora. Todo cambió muchísimo en cinco años, y en mi caso fue justo ese impasse. Mientras siga progresando, me sirve. Igual alguno llega a los 23 o 24 años y no progresa más, y yo a los 30 sigo en ese proceso. Cada uno tiene sus tiempos y es algo muy personal.
Ahora llega al Movistar. ¿Tenía ganas de esta nueva etapa?
Sí. Me apetecía mucho un cambio, sobre todo de ambiente, un equipo español que se adapte a mi cultura, además que correr en el Movistar siempre fue mi sueño. Es a lo máximo que cualquier corredor español desde juvenil puede aspirar y es bonito.
¿Su balance de los dos años en el Red Bull Bora?
El primer año fue bastante positivo. Entré con un perfil bajo y me fui ganando el sitio poco a poco, estando también en La Vuelta, hacer carreras importantes y dando el nivel. Este segundo no diría que haya sido malo, pero no ha salido tan bien como quería. No ir a La Vuelta fue duro, sobre todo por el nivel que di el año anterior y creía que merecía poder estar, pero no se dio.
La última, ¿qué le pide al Mundial?
Que todo salga bien, sin percances, y que las piernas pongan a cada uno en su sitio. Recemos para que las nuestras estén bien. Y, en mi caso, se puede mejorar el 11º de Suiza 2024.
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