Enric Mas: “Me veo peleando con Pogacar, Vingegaard...”
Tras una segunda parte a gran nivel, superando una primera complicada, Enric Mas cerró la temporada en el Criterium de Saitama. Ahora piensa en los retos de 2023.
Los primeros meses de la temporada 2022 fueron de los más complicados de la trayectoria de Enric Mas (27 años). Pese a que mostraba una alta competitividad, las caídas le lastraban: Dauphiné, Tirreno, Itzulia… y su confianza, especialmente en los descensos, quedó muy mermada. Todo ello se juntó en el Tour de Francia, que finalmente tuvo que abandonar por COVID. Tras aquella carrera, y un tiempo de desconexión y recuperación, tanto física como mental, cerró la temporada en Italia brillando, llegando a ganar en el Giro de Emilia y peleando hasta el final por el Giro de Lombardia con Pogacar (fue 2º). En Saitama (Japón), atiende a AS durante la celebración del Criterium en tierras japonesas, siendo la primera vez que participa.
-¿Qué le pareció Japón? ¿Le sorprendió la vida, la cultura, la pasión por el ciclismo?
Bien, la verdad. Lo pasé acompañado de mi pareja y de compañeros y amigos como Valverde, Erviti y Rojas. Era un sitio que no conocía y, si te das cuenta, todo el mundo es muy ordenado, todo está limpio, cuando monté en el metro para ir a Tokio no había ni un jaleo pese a la multitud… está claro que nosotros somos de una sangre más caliente. Es otra educación, pero, sinceramente, me gusta más España.
-¿Qué hará ahora antes de arrancar la pretemporada?
-Todavía me tocan unos cuantos días más sin bicicleta. Disfrutar de casa, la familia y recargar pilas para la pretemporada.
-Es el cierre de su año después de una segunda parte de temporada a un alto nivel. ¿Contento tras todos los problemas que tuvo durante la primera mitad del año?
Sí, este tramo final fue el deseado. Disfruté mucho. Sí que te da por pensar que ojalá no se hubiese acabado la temporada viendo como iba, ¿no? Este año tenía ganas de hacerlo bien en este tramo porque, como sabéis, al principio me costó un poco. Siempre piensas que, tras un año largo, a ver si llega octubre para acabar, pero ahora… intentaremos seguir así para empezar bien en 2023.
-¿En líneas generales, qué valoración hace del año?
Desde dentro de mí veo que, en el punto de forma, los números hasta antes del Tour eran los mejores de mi vida. Tenemos que mirar eso. Los resultados no llegaron por las caídas, pero el estado físico era bueno. Luego llegaron los resultados y el estado de forma. Hubo cuatro o cinco meses duros. También el aspecto mental es muy importante.
-¿Considera que, tras el abandono en el Tour, tocó fondo?
No sé lo que es tocar fondo, pero fue una situación dura deportivamente. Está claro que hay momentos peores de los que me tocó a mí vivir, pero con mucho trabajo, la ayuda de profesionales, el staff, Eusebio Unzué… pudimos darle la vuelta.
-Una vuelta radical, ¿no?
Sí, me sentí como el Enric de antes, con confianza y disfrutando. Recientemente, tuvimos una primera concentración en Pamplona para comentar esta temporada y ver lo qué toca en la próxima.
-¿Y qué le toca?
Me gustaría tanto a mí como al equipo empezar a correr algo más tarde. Aún no sabemos si iré a la Challenge de Mallorca o no, pero la intención es alargar un poco el principio de temporada. En cuanto al resto del calendario, no creo que lo cambiemos mucho respecto a 2022 (Tour, Vuelta…). Seguiremos con el mismo trabajo, mejorándolo.
-Ya conoce el recorrido del Tour. ¿Qué le parece? Tan solo 22 km de contrarreloj.
Me gusta, y más porque arranco en casa (Bilbao). Cuando llegue el momento, tenemos que estar convencidos de que podemos hacer un gran Tour.
-El Movistar cerró la plantilla para la próxima temporada con las llegadas de Romeo, Guerreiro y Gaviria. ¿Qué le parece?
En cuanto a Gaviria, creo que si hace las cosas bien… cuidado. En 2017, 2018, cuando le conocí, que compartimos equipo en el Quick Step, ganaba lo que quería. Era un esprínter que no le importaba arrancar a 700 metros, ganaba igual. Romeo se irá formando y Guerreiro, estos cuatro o cinco días que estuvo con nosotros en la concentración, ya hizo piña. Si se integran bien, serán importantes.
-Lo pasaron mal con el tema de los puntos UCI, ¿no?
Está claro. Fue un año difícil, el trienio en general, porque los resultados no llegaron como deberían. Si retomamos en la siguiente campaña como acabamos esta todo el equipo, enseñando la calidad que hay, no habrá más problemas en tres años vista.
-Usted anunció su renovación hasta 2025 sin saber todavía si el equipo mantendría la categoría.
Este es un grupo humano y un equipo en el que me siento muy cómodo. Eusebio, el staff, económicamente me tratan bien… no hay motivo para cambiar.
-¿Cómo ve la posibilidad de tener un segundo patrocinador en el equipo a corto plazo?
Sinceramente, los corredores no tenemos ni idea de ese tema. Seguramente os enteréis vosotros, los periodistas, antes que nosotros. Los jefes están hablando con diversos posibles patrocinadores y ojalá haya algo que nos pueda ayudar a aumentar el presupuesto del equipo y puedan venir corredores para ganar carreras, ayudarme a mí, a Gaviria…
-En las semanas finales estuvo luchando en Lombardía con Pogacar, respondiendo ante los mejores… ¿Se ve peleando con ellos (Pogacar, Vingegaard…) el próximo año?
Sí. La confianza ha ido aumentando y quiero luchar. No sé si estaré a la altura, porque hemos visto que tienen un súper nivel, pero ojalá pueda estar de tú a tú con ellos.
-Con 27 años, y viendo lo que viene en el ciclismo español (Ayuso, Rodríguez). ¿En qué posición cree que se encuentra?
Me considero todavía joven. Son 27 años. Me acuerdo cuando tenía 23, 22, como los que citas, pero ahora están creciendo a pasos agigantados. El ciclismo español tiene que estar orgulloso de lo que tenemos y de lo que viene.
-¿Un deseo para 2023?
-Que no haya mala suerte, nos acompañe la salud y podamos conseguir grandes cosas.