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CICLISMO

El ciclismo italiano alza la voz tras el atropello de Rebellin: “¿Hasta cuándo?”

Figuras como Ganna, Nibali o Bugno piden al presidente de Italia que ponga fin a los atropellos a ciclistas, que ya dejan 106 muertos en Italia en 2022.

Actualizado a
El ciclista italiano Davide Rebellin posa con el maillot amarillo de líder de la París-Niza 2007
FRANCK FIFEAFP

El ciclismo italiano dice basta tras el atropello mortal de Davide Rebellin este miércoles a los 51 años. La muerte del veterano ciclista ha colmado la paciencia de un pelotón italiano que ha visto como 106 personas han muerto en Italia en lo que llevamos de año, según recoge La Gazzetta dello Sport.

A raíz del atropello mortal de Rebellin, la Asociación de Corredores Ciclistas Profesionales Italianos (ACCPI) ha publicado una carta bajo el título “Llamamiento a las instituciones: detengamos hoy la masacre de ciclistas” que va dirigido al presidente de Italia Sergio Mattarella y a los presidentes del Consejo, del Senado y de la Cámara. Entre los firmantes de esta petición destacan grandes figuras del ciclismo italiano como Gianni Bugno, Paolo Bettini, Elisa Balsamo, Claudio Chiappucci, Filippo Ganna, Giovanni Lombardi, Elisa Longo Borghini, Vincenzo Nibali, Alessandro Petacchi o Elia Viviani entre otros.

Esta es la carta íntegra en la que el ciclismo italiano pide fin a la masacre de ciclistas en las carreteras

Señor Presidente de la República, Señor Presidente del Consejo, Señor Presidente del Senado, Señor Presidente de la Cámara

¿Hasta cuándo?

Por enésima vez lloramos a un amigo que murió en la carretera. Primero Michele Scarponi y ahora Davide Rebellin, asesinado este miércoles. Y también murió el miércoles un chico de 16 años mientras pedaleaba en Ferrara. Como pasó con Tomasso Cavorseo, Silvia Piccini, Thomas Casarotto y muchos otros amigos.

En 2021 murieron más de 200 ciclistas y casi 500 peatones, muchos de ellos víctimas de accidentes de tráfico atropelladas por personas que no notaron su presencia, que no se dieron cuenta de que estaban ahí porque iban distraídos con el móvil, atrapados en el frenesí de llevar el pie siempre en el acelerador y la mirada quién sabe dónde.

La carretera no es sólo para los coches. Las calles son también es para el niño que va a la escuela, de la madre o el padre que acompañan a sus hijos en bicicleta o a pie, y de los ancianos que se mueven con el único medio que tienen: sus propias piernas. Las calles son de todos, o así debería ser, pero eso no es del todo cierto.

Nos convertimos en obstáculos en el camino de los coches que van como locos o de las personas distraídas que no se dan cuenta de que el coche es un instrumento mortal si se maneja con distracción y falta de respeto. Porque la velocidad en la carretera para algunos es un factor de éxito e indiferencia, y eso ha hecho que se convierta en un hecho común llorar por unos minutos la tragedia que afecta a las familias afectadas por culpa de una persona que no miró.

Nuestra batalla para conseguir reglas más estrictas en el código de circulación para proteger a los ciclistas no se detendrá. Lo hemos intentado una y otra vez y lo seguiremos intentando. Pedimos que es establezcan unos límites para adelantar a una bicicleta en carretera. Es un pequeño paso pero importante. Establecer una distancia a la hora de adelantar a los ciclistas nos salva la vida. Un metro y medio son ciento cincuenta centímetros que representan la distancia entre la vida y la muerte. Les aseguramos que eso es verdad. No queremos, no podemos, no debemos dejar de pedir reglas distintas.

Hace unos meses casi lo habíamos logrado pero la burocracia y algún funcionario nos frenó y dijo que introducir una regla tan simple supondría un coste que no pueden cubrir los presupuestos. Pero, ¿qué cantidad, por infinitesimal que sea, puede valer la vida de una persona? Quién salva una vida salva al mundo entero. Aquí no tenemos que salvar al mundo entero, solo aprobar una norma simple. Devuélvanos el derecho a vivir nuestra experiencia en la carretera como ciclistas con serenidad y seguridad. Pongan reglas para que podamos viajar con seguridad.

Metro y medio. Tres pasos a pie. ¡Hagámoslo! Tenemos que parar esta masacre. ¡Ahora!