De las altas temperaturas y los largos atardeceres en Kigali, capital de Ruanda, a la noche cerrada, y glamurosa, en pleno centro de Madrid. De un septiembre para el recuerdo a un diciembre para recordar, y celebrar otra vez, lo conseguido a casi 9.000 kilómetros, y es que el ciclismo femenino español, en auge constante en los años recientes, tuvo en los Mundiales de Ruanda un punto de inflexión.

Paula Ostiz (18 años), oro en la prueba júnior de fondo y plata en la contrarreloj de dicha categoría; Paula Blasi (22), bronce en la novedosa prueba Sub-23; y la eterna Mavi García (41), bronce en la prueba élite, estuvieron en el Hotel Palace de la capital española para recoger el Premio AS 2025, aplaudidas por Rafa Nadal, Marc Márquez... gracias a la gran actuación en suelo africano, estando las tres acompañadas por Gema Pascual (46), la seleccionadora de todas ellas y, además, la persona que lleva años y años cuidando, y trabajando, un talento que en este 2025 ‘explotó’ con una actuación que marcará un antes y un después. También estuvo presente José Vicioso, presidente de la RFEC que sigue cosechando éxitos en su primer año de mandato, y José Luis de Santos, director técnico adjunto y exseleccionador masculino.

Y, como esto no para, las vacaciones de las corredoras ya terminaron y todas ellas llegan de empezar a poner a punto ‘la maquinaria’ para 2026. Ostiz llega desde Valencia, donde el Movistar arranca su concentración de cara a que la navarra, que dio el salto al equipo en agosto, dispute su primera temporada completa en el pelotón profesional. Mavi, tras unas semanas en el extranjero de relax, y Paula Blasi compartirán equipo: la balear vuelve al UAE para terminar su carrera profesional y la catalana sube al primer equipo. No podrá tener una mejor maestra.

Mientras, Gema sigue puliendo todo este talento que tiene entre manos: “Tenemos a unas ciclistas muy capacitadas. Y no solo a Ostiz, aunque ella fuese el enfoque final en nuestro caso. Paula tiene una historia peculiar, trabaja mucho y pasó por momentos malos. Su gran objetivo era el Mundial y lo demostró. Tuve a Paula en mi casa viviendo durante un tiempo. Al talento hay que cuidarlo” explica Pascual, siempre sonriente. La cantidad da la calidad: en 2015 apenas había 3.100 licencias femeninas de ciclismo en España. Hoy ya superan las 6.000 en una escala ascendente. “Recibir este premio es muy importante y en los Mundiales se demostró el trabajo que estamos realizando. Ojalá nos volvamos a ver otro año y que las licencias de ciclismo femenino sigan creciendo”, dijeron las protagonistas en el escenario. Que así sea.

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