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Ciclismo | Aniversario

Bernardo Ruiz, 100 años de ciclismo: “Coppi fue el mejor”

El ‘Pipa’, primer ciclista español en subir al podio del Tour y campeón de La Vuelta 1948, celebra sus 100 años con AS.

Bernardo Ruiz celebró ayer sus cien años de edad.
Fito González

Bernardo Ruiz (Orihuela, 1925) ya es centenario. El Pipa, considerado el primer ciclista profesional de España, cumplió ayer 100 años. Y lo hizo rodeado de sus seres queridos y de AS, que le acompañó en un día muy especial. Bernardo, con una mente y una memoria prodigiosas, mantiene muy frescos todos sus recuerdos como ciclista. España, tras ver como una de sus leyendas cumplió un siglo de vida, también. “Me habéis hecho llorar. Es un orgullo estar rodeado de todos mis amigos”, comentó a AS Bernardo Ruiz.

Una atronadora ovación, secundada por un respetuoso silencio, se apoderó del Auditorio de La Lonja de Orihuela pasadas las 19:00 horas. Sombrero, ojos vidriosos y ayudado por su hijo Bernardo Ruiz. Así entró la leyenda a uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, con alfombra roja incluida. Dentro, le esperaban familiares, amigos. De esta manera, recorrió Ruiz el pasillo hasta el escenario, con una silla de ruedas que le acompaña desde hace un tiempo. Siempre las ruedas con el Pipa. También fueron muchos los políticos que acompañaron a Bernardo, historia viva de Orihuela. El Ayuntamiento aprovechó su centenario para rendirle un cálido homenaje a uno de los primeros deportistas que puso Orihuela en el panorama nacional e internacional.

En 100 años, el exciclista alicantino ha visto pasar de todo por su vida. Pero el Pipa siempre será recordado por ser el primer español en subir a un podio en el Tour de Francia en 1952, tras Fausto Coppi y el belga Stan Ockers. Además, también abrió fronteras en Italia, cuando ganó una etapa en el Giro, en Roma, en 1955. En casa, fue el mejor después de conquistar La Vuelta en 1948 y contar en su palmarés con tres Nacionales. Sus triunfos más sonoros llegaron en Francia e Italia cuando ningún español era capaz de codearse con los mejores, pero en España sentó cátedra. La historia del ciclismo en el país no podría entenderse sin él. Su icónica foto entrando al Santiago Bernabéu tras lograr La Vuelta forman parte del palmarés del alicantino. Los trofeos de las carreras que ganó por la zona no cabrían en su domicilio, dicen sus allegados.

Bernardo Ruiz, en una imagen del Tour en 1951.
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Bernardo Ruiz, en una imagen del Tour en 1951.Diario AS

Bernardo Ruiz cogió la bici muy pronto. Eso sí, lo hizo por necesidad tras la Guerra Civil. Con 11 años tuvo que dedicarse al estraperlo y recorría de forma habitual la distancia entre Orihuela y Cartagena (más de 80 kilómetros), cargado con 50 kilos de comida, bebida y todo tipo de enseres. Encima, lo hacía por carreteras en pésimo estado. Eso le curtió y le sirvió para ganar una carrera de aficionados y darse cuenta de que podía tener futuro en el ciclismo. “Nunca iba solo, pero cuando sus amigos le acompañaban en estas rutas, Bernardo ya se escapaba al ver el ritmo lento. Todavía les pillaba a la vuelta con el pescado ya comprado y los deberes hechos”, siempre han contado sus familiares.

Un todoterreno

Bernardo rompió el patrón del ciclista español. El oriolano se alejaba del pequeño escalador para adaptarse a todas las etapas, a todos los escenarios. Uno de los secretos es que casi nunca pinchaba. Y es que los tubulares los trataba con mimo, como si fuesen sus hijos. “Aprovechaba la grasa del jamón para tratarlos. Luego los colgaba a secar un par de días y eso hacía que las piedras resbalasen”, recuerda Bernardo Ruiz hijo.

Pero poco a poco, el Pipa empezó a ganarse el respeto en la carretera. Un chico de Orihuela, una localidad trabajadora de la Vega Baja, empezaba a dar guerra a las estrellas del momento después de comprobar que las carreras de la zona se le quedaban pequeñas. Bernardo disfrutó, sobre todo, corriendo con Fausto Coppi. “El mejor corredor que han visto mis ojos ha sido Coppi. Me quedo con él, tanto fuera como dentro de la carretera. Era un señor, un tipo humilde. Pero cuando se ponía a tirar no había quien le siguiese”, recordó ayer Ruiz a este medio.

Bernardo Ruiz dando la vuelta de honor en el Santiago Bernabéu tras ganar La Vuelta en 1948.
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Bernardo Ruiz dando la vuelta de honor en el Santiago Bernabéu tras ganar La Vuelta en 1948.Diario AS

El mérito de Bernardo, según todos sus allegados, estuvo en mantener la humildad que le caracterizaba entre sus vecinos. “Cada vez que iba a Francia a correr el Tour venía cargado de tubulares, piñones y hasta los farmacéuticos de la zona le pedían que se trajera penicilina porque aquí no había. Todo era para sus amigos, para sus familiares. Siempre estaba dispuesto a ayudar y sabía que en España había poco dinero para el ciclismo. El Gobierno no ayudaba mucho. Su mérito estuvo en poder competir contra italianos, franceses y belgas, entre otros, él solo porque todos sus rivales estaban mucho mejor organizados por equipos”, recuerda el hijo de la leyenda.

Un día especial

Orihuela ha visto triunfar a Bernardo Ruiz. Han sido muchos los homenajes que le ha realizado su ciudad natal en los últimos tiempos. El exciclista fue nombrado en su momento Hijo Predilecto y también tiene un pabellón en la localidad con su nombre. El último tributo llegó ayer, con motivo de la celebración de su siglo de vida. Los elogios a su trayectoria no pasaron inadvertidos para las numerosas autoridades que poblaron La Lonja.

Desde primera hora de la mañana, fue un día especial. Bernardo se levantó nervioso, consciente del homenaje que iba a recibir, como si fuese a correr una gran carrera. “Esta misma mañana me ha dicho que se siente como si tuviese seis años. Eso dice de la fuerza que todavía tiene. Estaba nervioso por si sus amigos y conocidos se iban a acordar de él. La muestra es evidente con todos los que han venido a felicitarle en persona. Mi padre dejó una estela en el ciclismo y llevó el nombre de Orihuela por todos los sitios de España y de Europa con mucho orgullo”, señaló Bernardo Ruiz hijo, en su discurso de agradecimiento.

“Orihuela cuenta con un hombre único que marcó la historia de la localidad y la del deporte español. En tiempos difíciles, cuando las carreteras eran duras, Bernardo abrió el camino de las generaciones que vinieron después. Pero más allá de sus éxitos deportivos, su trofeo más grande estuvo en perseguir sus sueños con sacrificio. Esta leyenda del deporte mundial cumple 100 años y hay que celebrarlo”, señaló José Vegara, alcalde de Orihuela.

Uno de los momentos más emocionantes de la noche llegó cuando el auditorio al completo le cantó el ‘Cumpleaños feliz’. Una tarta, entregada por sus bisnietas y con el número 100, le hizo llorar y emocionarse, una vez más. La Lonja se puso en pie para rendir tributo a una leyenda del ciclismo, al pionero de un deporte que muy pocos se atrevían a practicar. Bernardo, rodeado de los suyos y de AS, se llevó otro homenaje en su centenario. Encima, el marco acompañó porque La Lonja se engalanó con cuadros del Pipa y con vitrinas de sus grandes éxitos, incluidos los maillots con los que corrió La Vuelta o el Tour. Pero Bernardo se quedó con el cariño del deporte español, de un siglo de ciclismo puro y duro. ¡Felicidades!

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